Real Pilar hizo historia ante Vélez: por primera vez un equipo de la D eliminó a uno de la A por la Copa Argentina
Estaban por cumplirse 35 minutos de juego cuando la pelota partió rauda, velocísima, del pie derecho de Nahuel Ríos. Rebotó en una pierna de Abram, descolocó un poco a Alexander Domínguez -se estiró pero no acertó el manotazo- y terminó incrustada en el arco de Vélez. La cancha de Temperley fue escenario y testigo de un gol que hizo historia: la de Real Pilar, el primer club de la primera D que eliminó a uno de la A por la Copa Argentina.
Es cierto que Gabriel Heinze eligió para el compromiso de 32os de final una formación que mezcló suplentes y titulares habituales, pero también que en el segundo tiempo ingresaron Vargas, Salinas y Robertone. Thiago Almada, un integrante del seleccionado sub 20, jugó todo el partido. El propio Abram venía de hacer un gol en la Superliga el último fin de semana (otra derrota de Vélez, por 2-1 contra Tigre en Liniers). Vélez, con cualesquiera de sus jugadores, está en otra dimensión, en otro escalón de la pirámide futbolística.
Como su club, que transita en el cuarto puesto de la D su apenas segunda temporada en torneos de AFA, los futbolistas de Real Pilar recién empiezan a recorrer su camino. Y miran a casi todos desde abajo. Por eso cobra aun más importancia el cheque final de 670.000 pesos con el que posaron los futbolistas del ascenso. Esa cifra equivale a varios millones de dólares de los poderosos.
Entre los ganadores está Vladimir Covalschi, que hasta los 21 años jugaba al rugby y abrazó el fútbol casi de casualidad. Vio una publicidad de un reality show, Cracks, que se hacía en el club Excursionistas y se presentó. Quedó seleccionado entre los 20 chicos que fueron a entrenarse a Europa con monstruos, como Enzo Francescoli, Zinédine Zidane y Germán “Mono” Burgos. Covalschi es un trotamundos: pasó del rugby al fútbol de Europa. Volvió y no tuvo club. Jugó en el Club Atlético Rada Tilly, de Chubut, y en Jorge Newbery, de la misma provincia. Volvió a hacer las valijas y probó suerte en el ascenso de Italia. Y regresó, otra vez. Tuvo su noche de gloria ingresando desde el banco de suplentes para dejar en el camino a Vélez. Una noche que Covalschi y sus compañeros no olvidarán.
Un karma para Heinze
Así como Real Pilar estableció el récord de diferencia de categorías, cuatro, entre un club que margina de la disputa de la Copa Argentina a uno superior, Gabriel Heinze posee un registro muy inusual: la de anoche fue la cuarta vez en que un equipo dirigido por él en la primera A resultó eliminado por uno del fútbol de ascenso.
Desde que se la reactivó, luego de 33 años, en 2012, la Copa Argentina lleva ocho puestas en juego. En una mitad de ese total, el entrenador entrerriano se fue antes de tiempo, conduciendo al equipo favorito. La de Real Pilar fue la cuarta consecutiva, tras estas tres: en 2016, Argentinos 1 vs. Laferrère 1 (3-4 en la definición por penales); en 2017, Argentinos 0 vs. Instituto 1, y en 2018, Vélez 1 vs. Central Córdoba (Santiago del Estero) 1 (3-4 en los penales).
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