Innovaciones: la precisión, un camino que no tiene vuelta atrásEconomía 

Innovaciones: la precisión, un camino que no tiene vuelta atrás


Luis Negruchi, uno de los coordinadores del Tecnódromo
10 de marzo de 2019  • 01:45

Como sucede desde Expoagro 2017, algunas de estas novedades se verán en el Tecnódromo, un escenario a campo abierto donde ver en acción a las nuevas tecnologías.

Luis Negruchi, uno de los coordinadores del Tecnódromo y miembro de la Regional Venado Tuerto de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), hace hincapié en el avance que durante el último tiempo se ha realizado en la calidad y frecuencia de las imágenes satelitales.

“Hace unos años, con suerte se podía acceder a una visión satelital por mes. En cambio, hoy los productores pueden obtener imágenes de hasta 3 secuencias diarias con pixeles de 3 x 3 metros. Y la tendencia, que ya se inició en Estados Unidos desde este año, es hacia una secuencia de 10 a 15 imágenes diarias de un cultivo. Este avance permite ver crecerlo casi en tiempo real y detectar en qué zonas y cuándo aparecen las malezas. Así pueden hacerse pequeñas aplicaciones con una mayor precisión”.

En ese sentido, destaca la puesta en marcha del satélite Saocom 1A (Satélite Argentino de Observación Con Microondas), desarrollado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) con el aporte del INTA. “A diferencia de otros satélites, permite medir la humedad del suelo a través de un radar, aspecto que es una novedad a nivel mundial. De esta manera, va a brindarles información a los productores para que puedan manejar los momentos adecuados de siembra, riego y fertilización.

Al encontrarse en una órbita más baja, su sistema de medición por radar permite captar una buena calidad de imágenes en los días nublados. El servicio será accesible para todos los productores, aunque todavía no está disponible porque se lanzó hace muy poco. Estamos barajando la posibilidad de compartir las primeras imágenes en el Tecnódromo”, anuncia.

En lo que respecta a siembra, Negruchi cuenta que últimamente se prioriza un incremento en la velocidad, llegando a los 14 o 15 km por hora frente a los 6 o 7 km de antaño. Asimismo, se apunta a hacer modificaciones en el trabajo con datos tomados en tiempo real. “Todas las nuevas sembradoras vienen equipadas con comandos a través de motores eléctricos y sistemas de bajada de la semilla por noria, ya sea con cangilones o cepillo. Además se vienen los sistemas que nos van a permitir, más allá la dosis variable, sembrar dos híbridos a la misma vez dentro de los distintos ambientes de un lote”, detalla. Gran aporte en este rubro hace el sistema SmartFirmer de la empresa Precision Planting. Se trata de una colita apretadora que mide a cada momento la humedad, la temperatura, el rastrojo en el fondo del surco, la materia orgánica y la uniformidad de siembra. “Estos datos son transmitidos al instante y permiten hacer correcciones sin ocasionar problemas a futuro”, afirma.

Otras de las tendencias pasa por el automatismo y la robotización, sobre todo aplicada en maquinarias grandes, lo que las hace mucho más eficientes. “En nuestro país, donde la figura del contratista es muy importante, ya no se puede crecer tanto en tamaño para ser más eficiente. Justamente, estas nuevas tecnologías darán esa eficiencia que se necesita para que el negocio sea rentable. Además significan un gran avance en cuanto a trazabilidad, aspecto que el mercado de consumo empieza a exigir”, acota Negruchi.

En lo que respecta a pulverización, durante el último tiempo se concretaron varios desarrollos que se verán plasmados en el Tecnódromo. La firma Abelardo Cuffia exhibirá el sistema de boquillas Hawkeye perteneciente a la línea Raven, que controla la presión y el caudal, aplica lo justo y mantiene el tamaño de la gota predeterminada, pese a que se varíe en la velocidad de la máquina. Así se reduce la deriva y se realizan aplicaciones más precisas.

Por medio de una pulverizadora Metalfor, la empresa Acronex mostrará su desarrollo Unimap, que supervisa en tiempo real el caudal de aplicación y la temperatura. “Gracias a una estación meteorológica inserta dentro de la máquina, va determinando las condiciones del clima y la aplicación. Esa información luego la transmite a una computadora o celular para que desde allí se puedan ajustar las indicaciones sobre el trabajo. Por ejemplo, que se pulverice con un viento a determinada cantidad de kilómetros por hora o con un nivel específico de humedad. Cuando se pasa de esos parámetros, el sistema avisa que la máquina está haciendo algo fuera de lo indicado y se puede detener la pulverización desde el celular”, detalla Negruchi.

También serán de la partida algunos equipos ya conocidos, pero que fueron perfeccionados con más funciones. Es el caso de los sensores Weed Seeker, que participarán de la dinámica del Tecnódromo sobre una Metalfor. Estos sensores abren el pico a medida que detectan un material verde o maleza y pulverizan específicamente sobre ese lugar. La novedad que va a presentarse es que no solo detectan malezas sobre un barbecho o rastrojo, sino que ahora también puede identificarlas adentro de un cultivo. Sobre soja o maíz, puede determinar cuál es la planta afectada y ahí abre el pico. Esta tecnología es importada, pero ya tiene su versión nacional, que es el Eco Sniper de la empresa Milar Agro Tech.

En la misma dirección, Auravant presentará el sistema de diagnóstico “Yuyo”, que monitorea malezas y genera prescripciones en cada lote para hacer aplicaciones dirigidas y ahorrar en el uso de herbicidas minimizando el impacto ambiental.

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