El dólar volvió a subir, cuando baja en otros mercados, y desafía los intentos oficiales por tenerlo controlado
El
dólar volvió a desafiar hoy los ingentes esfuerzos que realiza el Gobierno por mantenerlo estable al cerrar con un aumento del 1,1% en su cotización en una jornada en la que el
Banco Central
(BCRA) volvió a operar en futuros y agudizó el sesgo contractivo de su política al convalidar una suba al 63,87% anual de la tasa de referencia para poder seguir retirando pesos de circulación pese a que sobrecumple sus metas monetarias del mes.
El
billete cerró a $40,50 y $41,59 para la venta mayorista y al público, respectivamente, precios que supone avances de 50 y 58 centavos en la jornada y que confirman que el peso vuelve a mostrar una clara tendencia depreciatoria, ya que cede posiciones frente al dólar aún cuando esta moneda se opera en baja en el resto de la región y el mundo.
El Gobierno había anunciado a fin de la semana pasada que venderá unos US$ 60 millones por jornada desde abril dado que necesita pasar a pesos parte de los préstamos recibidos del
FMI
para hacer frente a gastos corrientes y pagos de deuda en pesos, tras recibir un guiño favorable del organismo en ese sentido.
Lo hizo para tratar de convencer al mercado que la oferta de divisas estaría asegurada y quitar espacio a las especulaciones que indicaban que los exportadores se podrían tentar con retener las divisas, para propiciar ajustes al alza que le permitan, llegado el momento, liquidarlas a un mejor cambio. Incluso, el BCRA avisó a los operadores que estaba trabajando en un sistema que daría participación a “creadores de mercado” en la plaza cambiaria para evitar situaciones de iliquidez como las verificadas días atrás, cuando con mínimas operaciones y pocos minutos antes del cierre de algunas ruedas favorecieron ajustes de hasta 2,5% en el precio del dólar.
Pero el intento de seducción a la oferta de divisas, hasta aquí, no dio los frutos esperados por las autoridades. Y eso, a su vez, para estar fortaleciendo de a poco la demanda.
“Luego de las bajas de la semana pasada, el tipo de cambio mayorista se recuperó parcialmente por el empuje de una demanda que no tuvo respuesta equivalente del lado de la oferta. En este contexto, ni el leve retoque a la tasa de las Leliq ni la relativa tranquilidad internacional sirvieron para que el mercado local se acople a la tendencia regional”, explicó el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios.
“La demanda estuvo firme en un mercado muy sensible a las noticias políticas y las señales institucionales, lo que esteriliza los esfuerzos del Central por mantenerlo controlado”, coincidió su colega Fernando Izzo, de ABC, Mercado de Cambios, quien detalló además que hubo un aumento del 6% en el volumen operado de contado, que estuvo cerca de los US$700 millones.
A los más experimentados del mercado no les pasó desapercibido que el billete, que había arrancado la jornada con una leve baja que no tardó en borrar para operarse más fluidamente a $40 (mismo valor de cierre de anteayer), consolidó su tendencia alcista cuando se conocieron un par de encuestas que dieron cuenta del creciente rechazo que enfrentan las más importantes figuras del oficialismo, lo que complica los planes reeleccionistas de Macri, y nuevas estimaciones que ubican la inflación de marzo aún por encima del nivel de 3,8% con que cerró febrero.
Tampoco que esa escalada la afirmó un poco más tarde apenas se supo que la Corte Suprema había resuelto por unanimidad aprobar un giro de recursos al juzgado de Dolores, a cargo del juez Ramos Padilla, a quien el Gobierno intenta destituir.
Por eso no se sorprendieron con el cierre alcista pese a que el BCRA volvió a retirar de circulación con sus licitaciones de letras de liquidez (Leliq) más pesos de los que había anunciado (unos $209.100 millones, contra los $200.000 millones que vencían y los $190.000 millones que había anunciado buscaría) y para facilitar una suba de 16 puntos básicos que mantiene la tasa cerquita del 64% anual (quedó en 63,87% promedio).
Según los cálculos de la consultora Ledesma, con la subasta provocó una nueva contracción neta de $6500 millones en la base monetaria, “injustificada desde el punto de vista de sus metas, ya que estamos en la segunda mitad del mes y solo con no expandir marcha a sobrecumplimiento alevoso”, observó su economista director Gabriel Caamaño.
Esto muestra que los vaivenes del tipo de cambio pasan a tener preeminencia sobre las metas monetarias del BCRA cada vez con mayor frecuencia.
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