sábado, 27 julio, 2024

Salió a nadar en invierno y un video capturó un momento mágico en Puerto Madryn

Era una tarde fría de invierno. Diego ese día llegó con su drone a la playa Paraná a unos 12 kilómetros de Puerto Madryn. El mar, la naturaleza, el sonido de las olas, creaban un marco ideal mientras con su drone hacía una toma de los lobos marinos que jugaban. “Cuando lo traía hacia la costa, en mi pantalla aparece esta escena, y dije ‘woow’. Entonces ahí frené y empecé a seguirla, a seguir a la chica, y a ver el show de este lobito. Se hundía, le salía al lado. Era una danza, un juego muy lindo”, dice Diego Castilla y comparte la imagen que enamora.

Diego es colombiano pero reside en Argentina hace casi nueve años. Vivió mucho tiempo en Puerto Madryn, dónde ahora tiene familia. Estuvo un año en la ciudad de La Plata y en octubre del año pasado se fue por tierra hasta Colombia, después viajó hasta Brasil y al retornar a Argentina tomó la decisión de dejar sus cosas y convertirse su tiempo en un viaje permanente. «Un nómade», como se autodefine.

Por estos días, llegar a Puerto Madryn era, un poco, como volver a casa, volver a las sensaciones del mar. “Antes de eso había estado en Ushuaia practicando un poquito de nado en aguas frías, porque allí hay una persona que es muy referente en estos temas”, dice y afirma que Madryn siempre le brinda una conexión grande con la naturaleza.

En la imagen que capturó, se ve el mar azul de la Patagonia y la chica que nada. Hace brazadas y a su lado tiene un lobito que la acompaña y juega, como si fuera un perro. Diego lo publicó en su Instagram @diegokastilla junto a la frase que decía: «Hay una danza en la vida, algo que no necesita ser explicado, que nos dice que el juego y la diversión son parte de todo«.

A pocos minutos de la publicación, una conocida de Madryn, Marian Roseto, le escribe un mensaje y le dice: “Diego ese vídeo fue el miércoles. Soy yo la el video”. “Resultó ser que era una compañera de natación que ahorita está incursionando mucho en nadar sin traje de neopreno, en esta temporada que la temperatura del agua ronda entre los 10 y los 13 grados”.

Diego forma parte de un grupo de natación de aguas abiertas, que se animan a nadar así, sin neoprene en el agua fría. Marian le contó que se había dado cuenta que venía el lobito al lado, dijo que eran varios los que estaban jugueteando. Que cuando sale del trabajo suele ir al mar a nadar y muchas veces vive estos episodios. Él le preguntó que la lleva a salir a nadar en invierno, aunque un poco sabe la respuesta, pero para compartir esas sensaciones con todos.

“Cuando estás en el agua, el mar tiene una fortaleza muy maravillosa, el sentirlo en el cuerpo hace de que uno genere algo único. Uno suele decir: me voy a desconectar, pero en realidad nos vamos a conectar cuando vamos al mar, con algo inmenso. Como dijo Marian, es volver a sentirse como niño, o sea, es un encuentro de muy lúdico que uno elige, sea el tiempo que sea, lo que uno aguante, no es que si vas no lo sentís al frio, pero es algo muy bueno”, cuenta Diego.

Después de encuentros y maravillas Diego siguió camino. Llegó a Río Negro, primero pasó por Cipolletti, luego siguió Neuquén y llegó a la cordillera. Se enamoró de Caviahue, de Copahue y ese pueblo termal increíble.

“Me encantó, es un lugar muy fascinante, es algo sin igual de poder experimentar. Siempre mi foco fue mostrar las cosas que se vinculan con la naturaleza, así que ahí fue sensacional”. Después el viaje siguió en Bariloche y El Bolsón, y de cada lugar se llevó una sorpresa. Pero para esas historias, habrá tiempo.

Diego comparte sus historias de viaje en el Instagram @diegokastilla.

Más Noticias

Noticias
Relacionadas

Fuego en las montañas de Córdoba

Un detenido por piromaníacoPolicías de Córdoba detuvieron a un...

Roberto Castillo deberá pagarle una fortuna a su exmujer por la cuota alimentaria de sus dos hijas en común

El letrado sufrió un fuerte revés judicial y tendrá...

La Fiscalía pidió perpetua para Luis Ramos

Juicio por Tehuel de la TorreEl hombre está acusado...