El ministro de Economía informó que obtuvo US$ 650 millones del Banco Mundial y otros tantos del Banco Interamericano de Desarrollo. Se usarán para política alimentaria, financiación a pymes y obras.
En su primer día en Washington, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció este martes préstamos adicionales por US$1.300 millones de dólares del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo de aquí a fin de año, que se sumarían a los US$7.500 millones que busca llevarse mañana del Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, en su paso por esta capital no olvidó su rol de candidato presidencial y tiró una chicana a la dolarización propuesta por el libertario Javier Milei: dijo que en Washington “preocupa la idea de que alguien prometa hacer la economía de su país con la moneda de ellos”. Y dijo que suponía que no sería “un cuentito electoral”, sino que alguien de las filas del líder de La Libertad Avanza habría hablado con la Reserva Federal o con el Congreso de Estados Unidos.
La primera actividad del ministro en la capital estadounidense (a la que arribó esta mañana) fue una reunión con Anna Bjerde, directora gerente de Operaciones de Crédito del Banco Mundial, quien le prometió que esta misma tarde el directorio del organismo trataría dos préstamos para Argentina por US$650 millones.
El primer préstamo (200 millones) sería para la promoción para las pymes y tiene por objetivo central el prefinanciamiento para “garantizar a estas empresas argentinas el acceso el crédito en el caso de las importaciones y de la posibilidad de liquidar divisas rápido en el caso de las exportaciones”, según explicó Massa. El otro crédito (450 millones) está destinado a política alimentaria, que incluye la tarjeta de seguridad alimentaria y la Asignación Universal por Hijo.
El ministro fue luego al BID, donde se reunió con el presidente del organismo, Ilan Goldfajn. Luego contó a los periodistas que habían firmado contratos para el financiamiento de un puente que une la provincia de Corrientes con el Chaco y también la ampliación de la capacidad de la represa binacional de Salto Grande (800 millones), algo que también permite mejorar los estándares ambientales. También hubo otro para el incremento de exportaciones en economía del conocimiento (35 millones).
Según dijeron fuentes del BID a Clarín, esos dos préstamos ya fueron aprobados por el directorio del BID en junio y lo que hoy se hizo es la firma de esos contratos.
El objetivo, dijo Massa “es completar un cupo de US$1300 millones de aquí a fin de año de financiamiento adicional del BM y del BID, que son fundamentales para seguir fortaleciendo reservas pero además seguir financiando proyectos de desarrollo”, dijo Massa.
El ministro planeaba además conseguir el objetivo más importante de su visita, que eran los US$7500 millones que el directorio del FMI debería aprobar este miércoles, si da luz verde a la revisión de la quinta y sexta revisión del programa.
El mismo día tiene una reunión con la jefa del organismo, Kristalina Georgieva, con la que, según Massa, revisarán “todo el procedimiento de desembolso teniendo en cuenta que Argentina accedió al pago de sus obligaciones con mecanismos que eliminaron al Fondo como prestamista de última instancia en esa categoría, porque aparecieron operaciones de crédito con Qatar, China y con la CAF”.
“Lo que hay que instrumentar ahora es el cumplimiento de las obligaciones con Qatar, con China y con la CAF, pero también definir cuánto se transfiere a la Argentina en dólares y en yuanes, sobre todo teniendo en cuenta que parte de los desembolsos de Argentina los hizo en derecho de giro pero parte de los desembolsos los hizo en yuanes”, agregó.
“El objetivo es seguir acumulando reservas y tratando de recomponer en un año que tal vez es el más trágico en términos de economía para la Argentina por el impacto de la sequía. Hoy hacíamos la cuenta y es como si Estados Unidos hubiera perdido 805 mil millones de dólares en importaciones”, señaló.
El ministro fue consultado sobre si le preocupa que los futuros desembolsos estén condicionados a los resultados de la elección. “No es lo que nosotros vemos”, dijo. “Lo que sí condicionó inicialmente fue el valor de los bonos soberanos de Argentina con una caída brutal por el resultado de la elección, que después a partir de que fuimos anunciando las medidas se fue recuperando”.
Respecto de la inflación, dijo que “claramente la exigencia del Fondo de pedirnos una devaluación para cumplir con los objetivos del programa tiene un impacto inflacionario que aspiramos que, más allá de lo que entendemos que va a ser en el mes de agosto un daño en el bolsillo de la gente, aspiramos a corregir con medidas que vamos a anunciar dentro de muy pocos días”. Dijo también que creía que en septiembre y octubre volverá “a niveles más razonables”.
Consultado sobre si le habían planteado en Washington inquietudes respecto al resultado de las PASO, el ministro señaló: “Les suena raro que alguien se comprometa a darle a los argentinos la moneda que no es de los argentinos, sino que es la de Estados Unidos”. Y el candidato chicaneó: “Pero supongo que alguna charla habrán tenido quienes hoy le ofrecen a los argentinos dolarización para poder usar los dólares en la Argentina. Entiendo que no será solo un cuentito electoral, sino que tendrá algún correlato con la reserva federal de Estados Unidos o con el Congreso de Estados Unidos. La unilateralidad en el uso de lo que es facultativo del otro no existe”.
Con un ojo en la campaña, Massa busca mostrarse en Washington como un candidato que tiene las puertas abiertas de los distintos estratos del gobierno de Joe Biden y que Milei es un novato que pocos conocen aquí y que despierta incertidumbre por sus propuestas.
El ministro se reúne esta tarde con funcionarios del Tesoro de EE.UU, Michael Kaplan y Jay Shambaugh, secretario y vicesecretario de Asuntos Internacionales de la cartera, un encuentro clave por el apoyo que Estados Unidos debería dar a la Argentina en el directorio del FMI para los futuros desembolsos.
Washington, corresponsal
DB