El candidato presidencial de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, y su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, consiguieron en el último tiempo apoyos internacionales de políticos de ultraderecha, como también de sectores religiosos conservadores, que explicarían los agravios destinados al papa Francisco que merecieron el rechazo de la Iglesia católica, analizó Ariel Goldstein, doctor en Sociología e investigador del Conicet.
En una entrevista con Télam, Goldstein, que es autor de los libros «La reconquista autoritaria» y «Poder Evangélico», ambos publicados por Marea Editorial, también expresó su preocupación porque, si triunfa en las próximas elecciones, Milei llevaría adelante una política exterior que dejará al país «aislado» de sus principales socios a nivel regional.
«Creo que la Argentina será, desde el punto de vista ideológico, una punta de lanza de la extrema derecha internacional», consideró Goldstein.
– ¿Cómo analiza la relevancia que la figura de Milei en la sociedad argentina y en la región?
– Me parece que a nivel nacional el surgimiento de Milei y su expansión es indisociable de la profunda crisis económica, social y política que estamos viviendo, particularmente con una característica que no es tan común con lo que ha sucedido en otros países latinoamericanos en los últimos años, que es el proceso de muy alta inflación que estamos viviendo y cómo ese proceso genera en la población un rechazo a todo lo que significa el Estado. En ese contexto, Milei aprovecha muy bien el tema de su discurso contra la casta y el deseo de castigo que tiene una parte de la población hacia ese especie de enemigo. Pero lo notorio es como si uno compara, por ejemplo, con el expresidente brasileño Jair Bolsonaro o el líder del Partido Republicano chileno José Antonio Kast.
«La figura de Victoria Villarruel es la que se alinea, claramente, una perspectiva más nacionalista como Bolsonaro o Kast. En LLA es Villarruel la que representa a esos elementos nacionalistas y ultracatólicos de la derecha radical que son tan potentes» Milei coloca en el centro de su discurso el tema de la motosierra como un símbolo del recorte al gasto público y el fin del Estado que plantea en sus propuestas. Si bien es cierto que tuvo como ministro de Economía a Pablo Guedes, que es un Chicagoboy promercado, Bolsonaro ponía a la economía como una cuestión más subsidiaria en su programa político, que estaba centrado en la seguridad y el anticomunismo. Y uno podría decir lo mismo de Kast, aunque haya sido derrotado en las últimas elecciones presidenciales por el actual mandatario Gabriel Boric. En el caso de Milei, me resulta notorio, si uno lo compara con los otros dos dirigentes derechistas, que un elemento central de su programa político es el recorte del gasto público. En eso se diferencia de otros fenómenos de extrema derecha. Dentro del espacio de Milei, sin embargo, es la figura de Victoria Villarruel la que se alinea, claramente, en una perspectiva más nacionalista como Bolsonaro o Kast. En LLA es Villarruel la que representa a esos elementos nacionalistas y ultracatólicos de la derecha radical que son tan potentes. Hay una alianza pragmática en términos políticos entre Milei y Villarruel, que tiene una presencia fuerte dentro de LLA representando a los sectores más conservadores y a los represores de la última dictadura militar, algunos de ellos miembros de su propia familia.
– ¿Cuál es el vínculo político que Milei tiene con partidos políticos de ultraderecha en Europa como Vox en España, por ejemplo?
– Vox es el vínculo más cercano y primerizo de LLA, y es una relación que comienza con Villarruel. Según un artículo periodístico, su familia tenía vínculos con falangistas españoles. Hace algunos años se llevó a cabo en el Círculo Militar una charla como parte de un ciclo que se llamaba «El club de los viernes» y allí estuvo Villarruel en una disertación junto a Javier Ortega Smith, que fue secretario general de Vox entre 2016 y 2022 y está ligado a la Fundación Franco en España. En ese «club de los viernes» Villarruel impulsó una especie de ampliación del espacio político. Ella es la que tiene los vínculos más estrechos con Vox, que es una plataforma que permite estrechar vínculos no solo con España sino con otras instituciones, como por ejemplo haber participado del Congreso Internacional sobre Víctimas del Comunismo en la Universidad CEU de San Pablo, en Madrid. Villarruel fue invitada especialmente a este congreso.
«Hay una alianza pragmática en términos políticos entre Milei y Villarruel, que tiene una presencia fuerte dentro de LLA representando a los sectores más conservadores y a los represores de la última dictadura militar, algunos de ellos miembros de su propia familia» Los vínculos de Villarruel, e incluso de LLA, con esta derecha radical son más amplios que Vox. Por ejemplo, Milei participó en México de la Conferencia de Acción Conservadora, la primera que se organizó por primera vez en un país que habla castellano en América latina, y fue el principal orador junto a Lech Walesa, que fue presidente de Polonia entre 1990 y 1995 y es un referente de la derecha europea. En esa ocasión Walesa dijo que había que derrotar al comunismo y que el problema de la sociedad actual es que se ha alejado demasiado de Dios. Allí se corporiza el lema «Dios, Patria y Familia», que pertenece a grupos fascistas de la década del 30 pero que pronunció Giorgia Meloni en la campaña que la llevó a ser presidenta del Consejo de Ministros de Italia (primer ministro) en 2022 y que también está presente en Milei.
– Hizo referencia al apoyo que Milei tiene de parte de grupos ultracatólicos. ¿Se puede encontrar ahí una explicación al entredicho que mantiene con las autoridades de la Iglesia Católica, especialmente con los agravios que en varias ocasiones le dedicó al papa Francisco?
– Steve Bannon, que fue jefe de campaña de Donald Trump, luego estratega político en la Casa Blanca hasta 2017 y ahora ideólogo de la extrema derecha internacional dice que el Papa es el enemigo número uno. En Polonia, donde gobierna la derecha radical, afirman que el Papa es judío como una forma de desprecio por ser progresista y «comunista». También Bolsonaro había atacado fuertemente a Francisco cuando le reclamó por la deforestación en la Amazonia; decían que hacía marxismo desde la Iglesia. Claramente desde la extrema derecha se atacan los aspectos más progresistas del papado de Francisco y allí se enmarcan las críticas de Milei. Pero el candidato de LLA sincretiza elementos del ultracatolicismo, el evangelismo conservador y el judaísmo ortodoxo. En Milei aparecen esos puntos de contacto. Dice que es judío, pero a la vez la figura de Villarruel representa a un catolicismo conservador.
– ¿Qué escenario político y social imagina para la Argentina y la región si Milei accede a la presidencia?
– Claramente vamos a ver una diplomacia orientada, por ejemplo, a reforzar el vínculo con Israel, que tiene un gobierno religioso, autoritario y de extrema derecha. También habrá guiños hacia países como Polonia y Hungría. Lo que me preocupa es que siento que el país va a estar muy aislado a nivel a nivel regional, porque ya dijo que no quiere relaciones diplomáticas con Brasil porque Lula Da Silva es comunista y en la región, por el momento, gobiernan dirigentes de centro izquierda o de una derecha más racional como los casos Uruguay y Paraguay. Sin dudas, además, vamos a tener visitas de referentes de Vox y de todos esos personajes porque son los compañeros de ruta de Milei; ya vimos que cuando ganó las PASO de Santiago Abascal, presidente de Vox. Creo que la Argentina será desde el punto de vista ideológico como una punta de lanza de la extrema derecha.