Martín “el Porteño” Luzi (42) tenía que estar preso. Al menos hasta 2029, según lo había determinado la Justicia en 2006. Fue uno de los delincuentes más buscados por la Policía de Córdoba, que lo apuntaba por una decena de secuestros extorsivos, uno de los delitos «de moda» en esa época.
Lo detuvieron después de una investigación impulsada por el ex gobernador José Manuel De la Sota pero se escapó antes del juicio del penal de Bouwer. Estuvo prófugo hasta agosto de 2005, cuando fue recapturado en La Rioja.
Al cumplir dos tercios de la pena consiguió salir en libertad y regresó a Córdoba. Lejos de cumplir con la vida de rehabilitación que había prometido, volvió a quedar involucrado en el delito.
En la cárcel se hizo evangelista, estudió oficios y hasta dijo que quería ser abogado. El juez Cristóbal Laje le creyó. A pesar de que los informes del Poder Judicial lo contradecían y de que el fiscal de Cámara, Martín Berger, se opuso, en noviembre de 2022 recuperó la libertad.
Luzi, este domingo volvió a caer.
Lo capturaron junto a Leantro Jatib (36), Roberto Rometo (49) y Alexis Eduardo Cimentón (32), los dos últimos prófugos de la Justicia por robos similares.
Armas, herramientas, chalecos de policía y otros elementos que usaba la banda de secuestradores.Fue después de que las cámaras de seguridad detectaran que intentaban forzar el acceso a una casa en el barrio Rogelio Martínez. Bajaron dos hombres de un Audi Q5 «con una actitud sospechosa». Por eso un patrullero intervino y al “percatarse de la presencia policial, se subieron al auto, exhibieron un arma de fuego” y escaparon
Después de una persecución los cruzaron en barrio El Chaparral y se dieron cuenta de que Luzi estaba ahí.
El auto era robado y tenía pedido de captura, Luzi tenía puesto un chaleco antibala con inscripción de la Policía de Córdoba y una pistola Bersa Thunder Pro 9 milímetros.
Armas, herramientas, chalecos de policía y otros elementos que usaba la banda de secuestradores.Otro de los ocupantes también tenía un chaleco de la Policía, escondía una Glock 9 mm. y en una riñonera llevaba dos cargadores largos y tres cargadores comunes.
Además secuestraron guantes, un gorro de lana, precintos plásticos, una linterna, una barreta metálica, un destornillador, un par de lentes, un bolso tipo bandolera, una mochila y una bolsa de tela. Todo indicaría que no era el primero ni el último robo de la banda.
La caída del «Porteño» Luzi: cómo sigue la investigación
Ante la consulta de Clarín, el fiscal Ernesto de Aragón, a cargo de esta causa, explicó que los detenidos serían indagados en los próximos días. Luzi presentó a su histórico abogado, Ricardo Moreno, aunque aún no fue confirmado en el expediente. Una vez que hayan asumido las defensas, el fiscal podría indagarlos.
La camioneta Audi Q5 que usaba Luzi y su banda.Según anticipó, los acusará por robo calificado con uso de arma operativa, encubrimiento agravado y portación de arma de guerra.
«Si bien tenía cumplidos los objetivos de tiempo, tenía buena conducta en el penal, participaba de ciertas actividades, los informes de los psicólogos indicaban que no había una resocialización desde el punto de vista carcelario«, dijo a ElDoce.TV el fiscal Berger, a cargo de la acusación por la primera condena.
«La fiscalía sostuvo que debía continuar detenido hasta que avanzara en su tratamiento. No estaban equivocados los peritos al haber determinado que existía este riesgo y que él necesitaba más tiempo de terapia o de elaboración de sus conductas porque podía volver a delinquir», argumentó Berger.
Luzi tenía un chaleco de la Policía de Córdoba.Lo cierto es que ahora volvió a estar involucrado en un delito grave. Para los investigadores formaba parte de «una banda criminal dedicada a cometer robos violentos con esta modalidad, de usar chalecos policiales», anticiparon las fuentes.
Incluso uno de sus cómplices estaba investigado por robos violentos: entraban a casas y amenazaban a los ocupantes para robarles.
MG