Federico Storani, a seis años de la muerte de su hijo Manuel: “Una parte mía se fue con él”

El 31 de marzo de 2016, el adolescente de 14 años perdió la vida junto a su mamá y otra persona en un choque de lanchas en el Delta del Tigre. El juicio oral contra el conductor que lo mató todavía no tiene fecha. “No persigo venganza, sino justicia”, dijo el dirigente radical a TN.

30 de marzo 2022, 23:08hs

Desde el 31 de marzo de 2016, Federico Storani vive atravesado por el dolor más profundo: su hijo Manuel, de 14 años, murió ese día en un choque de lanchas en el Delta del Tigre. También perdió la vida Ángeles Bruzzone -mamá del chico y expareja del dirigente radical- y una persona más. El responsable del hecho se llama Pablo Torres Lacal y la Justicia elevó la causa a juicio oral hace tres años.

El debate, sin embargo, todavía no tiene fecha. Y el clamor de Storani es poder llorar a Manuel en paz. “Es un escándalo. Los tiempos de la Justicia argentina son terribles”, señala en diálogo con TN.

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“No persigo venganza, sino justicia. Esto ocurrió hace seis años. Tenemos tribunal, tenemos un acusado, tenemos la carátula del hecho. ¿Qué es lo que falta?”, se pregunta con indignación.

Federico Storani, a seis años de la muerte de Manuel: “El asesino de mi hijo jamás dio la cara”

Torres Lacal -comerciante que hoy tiene 54 años- fue imputado en dos instancias por “homicidio simple con dolo eventual”, la mayor calificación para un episodio de estas características. Sin embargo, el inicio del juicio se mantiene en suspenso debido a los recursos interpuestos por la defensa. El expediente se encuentra en la Secretaria Penal de la Corte Suprema de la Nación, a la espera de una resolución definitiva.

“Este hombre (Torres Lacal) presentó un recurso de queja contra el procesamiento. Después de lo que hizo, ¡discute el procesamiento! ¿Quién hace eso? Cristina Kirchner debe ser la única”, remarca Storani, de 71 años.

Y sigue: “Tanto Casación como la Corte de la Provincia lo rechazaron, pero falta la Corte de la Nación. Es simplemente una maniobra dilatoria y espero que sea prontamente rechazada. Una vez que se resuelva esto, debería fijarse el juicio oral”.

La elevación a esa instancia fue dispuesta en abril de 2019 por el juez de Garantías de San Isidro, Diego Efraín Martínez, al hacer lugar al pedido del fiscal Mariano Magaz, que investigó el caso durante dos años. Torres Lacal no pasó ni un minuto preso por su responsabilidad en el choque que además mató a uno de sus tres acompañantes: Francisco Javier Gotti.

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-¿El asesino de su hijo alguna vez se comunicó con usted para pedirle disculpas?

-Nunca. Yo inicié además una demanda civil. Y no se presentó a una sola audiencia. Jamás dio la cara.

-¿Qué le diría si lo tuviera enfrente?

-Que se haga responsable de sus actos y que cumpla con lo que marca la ley. Fue el responsable del homicidio de tres personas por tener una actitud imprudente y demencial.

El choque en el que murieron Manuel Storani y su mamá

Aquella noche, Manuel Storani viajaba con su mamá y otras dos personas en la lancha Mad II. Volvían de festejar un cumpleaños en un restaurante en las islas del Tigre. Pasadas las 23:00, mientras navegaban por las aguas del Canal Vinculación, fueron embestidos por la embarcación Shark II, conducida por Torres Lacal.

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El adolescente murió en el acto. Su cuerpo apareció cuatro días más tarde en el río Luján: presentaba traumatismo de cráneo, cuello roto y fracturas múltiples. Bruzzone, en tanto, fue rescatada enseguida y murió camino al hospital.

Storani asegura que el golpe contra la embarcación que transportaba a su hijo, a su expareja y a cuatro personas más “fue tan brutal que la lancha de Torres Lacal siguió 50 metros por arriba de la costa”.

“Minutos antes, este hombre fue cargar nafta en la lancha. Y la persona que le hizo el servicio, al verlo circular tan rápido y en un lugar tan oscuro, les dijo: ‘Ustedes van a matar a alguien. Tengan cuidado, por favor. Dicho y hecho. Todo está en el expediente y surge de las declaraciones de los testigos”, remarca Storani.

Y continúa: “Hay suficientes agravantes para que Torres Lacal reciba una condena como se debe. Si me disculpa la expresión, era un ‘pendeviejo’ que se hacía el canchero, y que además manejaba su auto con los pies, según los testimonios incluidos en la causa”.

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-¿Cómo se convive con la desgracia de haber perdido a un hijo?

-No se convive: se soporta. Cuando uno pierde a sus padres, por ejemplo, entiende que es la ley de la vida. Pero nadie está preparado para que se invierta ese orden. Es terrible. Y una parte mía fue con él aquella noche.

-¿Qué recuerdos tiene de Manuel?

-Era un sol. Y además, un chico que prometía muchísimo. Era un excelente estudiante en la escuela Cristóforo Colombo, donde todavía lo recuerdan con un árbol lleno de flores. Era muy amigo de sus amigos y un gran defensor de la naturaleza. Días antes de lo que ocurrió me había dado una clase sobre ciudades inteligentes para preservar el medioambiente. Tenía un carácter extraordinariamente alegre.