Mientras el kirchnerismo hace cuentas para derogar el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/23, con el cual Javier Milei avanzó con la desregulación de la economía, en el oficialismo y los bloques dialoguistas trabajan para retomar el tratamiento de la normativa ejecutiva en el ámbito de la bicameral de Trámite Legislativo, con el objetivo de dilatar el debate a la espera de una definición de las negociaciones entre el Gobierno y los gobernadores por la Ley Bases y el pacto fiscal.
Después del rechazo del Senado al mega decreto, el peronismo trató de mantener cierto hermetismo en Diputados sabiendo que la aprobación o rechazo de la normativa ejecutiva dependía del radicalismo, Hacemos Coalición Federal y los bloques federales. Estos espacios son la llave para juntar los 129 diputados que se necesitan para abrir el recinto y garantizar la victoria, que no fue celebrada en la Cámara alta cuando se impuso el rechazo por 42 votos a 25.
En la última reunión de bloque de Unión por la Patria (UxP) hubo intercambios de opiniones y la mayoría coincidió que aún no tenían los números necesarios. Hasta ahora tiene los 99 propios, sumados los 5 de la izquierda, 11 de la UCR (entre el sector que responde a Martín Lousteau y Facundo Manes) y dos de Santa Cruz. No está claro cuántos votos puede aportar Hacemos, el bloque de Miguel Angel Pichetto, a quien desde el Senado señalan como la traba para completar la derogación, para lo cual se necesita el rechazo de ambas cámaras.
Un diputado peronista cargó contra los dialoguistas al acusarlos de «poco consistentes». «Un día declaran que el DNU es inconstitucional y otro día dicen que le van a dar las herramientas al Gobierno. Que se pongan una ferretería», deslizó, con ironía, el legislador. Pero está claro, al menos en esta instancia, que una cosa es lo que piensan los presidentes de bloque y otra los diputados que deben volver a las provincias en un contexto donde el ajuste se transforma en despidos y parálisis de la obra pública.
Germán Martín y Eduardo Valdés en la Comisión Bicameral de DNU. Foto: Maxi Failla.Pero la discusión dentro del bloque peronista dejó al menos dos posiciones bien marcadas. Una más cerca de la conducción de German Martínez que quiere construir la mayoría y que tiene claro que sí facilitan el quórum, el Gobierno puede meter el DNU por la ventana. En esta línea no sólo se ubica el presidente del bloque sino también Cecilia Moreau. Por eso, la estrategia es retomar el contacto con los constitucionalistas para que vuelvan a dar su veredicto sobre el mega decreto, pero también incluyendo a los sectores afectados por el decreto presidencial. En la lista se anotan organizaciones de inquilinos, usuarios de prepagas y seguramente sindicatos afectados por el ajuste. La idea es tratar de reposicionar el tema en la Cámara y así identificar aquellos diputados que pueden llegar a apoyar la derogación.
Pero en UxP también hay otro sector más K y más cercano al massismo que dice interpretar a su base electoral y que presiona por apurar los tiempos para que en abril se le dé tratamiento en el recinto. Este sector tiene como voces más visibles a Vanesa Siley y Ramiro Gutiérrez, dos de los diputados que integran la comisión bicameral que debe dictaminar sobre el DNU.
Se vuelve a reactivar la bicameral para mantener vigente el DNU de Milei
Lo cierto es que tras el revés sufrido en el Senado, el oficialismo busca reencauzar el debate del decreto presidencial en el ámbito de la comisión de Trámite Legislativo, pese a que el kirchnerismo insiste en que se cumplieron los plazos para que la normativa del Gobierno sea trata en la bicameral.
«El decreto se tiene que seguir tratando en el bicameral porque el plazo de los 10 días es una ventana temporal, no quiere decir que no se tiene que tratar. De ser como dice el kirchnerismo no se podrían tratar los 130 DNU que están pendientes de los gobiernos anteriores», reflexionó un diputado cercano al oficialismo. Según confiaron a este diario, esa fue la interpretación que llevó a la comisión el radical Francisco Monti.
En la semana hubo reuniones de asesores y se acordó que la comisión trate en cada audiencia 25 DNU de los pendientes y tres capítulos del 70/23. Además hay que tener en cuenta que hay nuevos decretos firmados por el Presidente que también necesitan de la aprobación del Congreso.
En principio, La Libertad Avanza ya pidió que se convoque a constitucionalistas y especialistas para que respondan sobre el mega decreto. Lo que no está claro es si se mantendrá la citación al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo, entre otros funcionarios, que faltaron a la última reunión de principios de este mes tras una maniobra de los dialoguistas y el presidente de la comisión Juan Carlos Pagotto.
Las audiencias se retomarán después de los feriados de Semana Santa y de conmemoración por la Guerra de Malvinas cuando se darán de baja a los decretos que tienen «objeto cumplido» y luego se avanzará con el esquema previsto. «Entre los decretos hay dos prórrogas de la cesión de los territorios de los pueblos originarios. Y también hay un decreto vinculado con la deuda con el Club de París que si no se paga de determinada forma van a aumentar la tasa de interés», explicó Hernán Lombardi.
Los libertarios confían en que podrán sacar dictamen favorable en la bicameral. Tienen 3 lugares (2 diputados y 1 senador); sumados los dos del Pro (uno de cada cámara) y cuentan a los dos de la UCR 2 (uno de cada cámara) dejando la definición en manos del libertario Juan Carlos Pagotto. Pero si la estrategia fracasa y el kirchnerismo lleva el debate directamente al recinto, los libertarios exigirán los dos tercios de los presentes para derogar el DNU porque no tiene dictamen de comisión.