La temida retracción turística de baja temporada que suele abarcar el largo paréntesis entre Semana Santa y las vacaciones de invierno será enfrentada desde el municipio de Bariloche con una campaña de descuentos coordinada con los propios prestadores, que abarcan una gran variedad de rubros y se inscriben en forma voluntaria.
Los beneficiarios deberán tramitar una tarjeta digital y no será exclusiva para los turistas, también podrán usarla los residentes. Hay en la lista comercios de todo tipo, además de hotelería, cabañas, guías turísticos, excursiones y rentadoras de autos.
Sobre los precios de lista existentes (que en alojamiento, por ejemplo, ya son más bajos que en temporada alta) algunas empresas aplicarán descuentos de hasta el 30%, durante los meses de abril y mayo.
El secretario de Turismo, Sergio Herrero, dijo que de acuerdo al resultado estudiarán la posibilidad de extenderlo en junio. La preocupación del gobierno municipal está enfocada especialmente en un eventual crecimiento del desempleo, que suele agudizarse cuando quedan desafectados los trabajadores “temporarios”.
Herrero señaló que “la intención es que no tengamos baja temporada turística y que se puedan mantener todos los puestos de trabajo, que la ciudad siga funcionando y seamos uno de los destinos más buscados”.
Tradicionalmente Bariloche atrae grandes oleadas de visitantes en verano y en invierno, con bajas temporadas en los períodos intermedios. El más pronunciado, por lo general es el de otoño, porque el de primavera es más corto y está amortiguado por el turismo estudiantil.
El año pasado se registraron índices excepcionales y por primera vez la baja temporada casi no impactó. El período abril/junio de 2023 fue el mejor que se recuerde para el turismo en Bariloche. La afluencia superó en un 36,3% el año anterior y en una proporción parecida el promedio histórico para el trimestre.
Pero esta vez volverían los números insignificantes, que el sector considera un verdadero problema a la hora de sostener los costos fijos. Entre otros factores para esa caída que todos pronostican, aparece la desaparición del programa Previaje -que aplicaba fuertes descuentos con subsidios de Nación- y también la caída general del poder adquisitivo y del consumo promedio.
Sin inversión del Estado
Herrero dijo que la carga de los descuentos será afrontada por los comerciantes y no tendrá costo fiscal para el municipio, que formula la convocatoria, organiza el programa y aporta el acompañamiento promocional desde el Emprotur.
El plan fue bautizado “Baricheck” y según el funcionario ya hay alrededor de 70 prestadores anotados. La incorporación sigue abierta. Dijo que la Asociación de Hotelería y Gastronomía promueve para sus socios la adopción de un descuento uniforme del 30%. En restoranes sería del 20%. Hay comercios que tienen entre 10 y 25%, y no todos son de rubros ligados en forma directa al turismo. Herrero dijo por ejemplo que se sumó una fábrica de pastas.
“El esfuerzo lo hace el comerciante -explicó-. Viene de períodos de renta extraordinaria y la propuesta es que ahora lo que tiene tarifado en 100 pesos lo ponga a 70, para continuar trabajando”. Insistió en que el objetivo final es sostener “la continuidad del empleo” y también garantizar la extensión del beneficio para los compradores locales.
Refirió que el “Baricheck” ya es la principal bandera promocional del Emprotur, desde ahora hasta el invierno, y tiene presencia en “totems” de publicidad en Buenos Aires, Rosario, Córdoba y localidades de la región.