A diferencia de lo que pasa en la Tierra, en la Luna no corre el viento, ni hay océanos o ríos que erosionen su superficie. Tampoco existe el ritmo de las estaciones ni cuenta con una atmósfera densa que la proteja de los meteoritos que la impactan desde todos los ángulos desde hace millones de años. Así es la Luna hoy, y un equipo de jóvenes de la Argentina está desarrollando un vehículo de muy bajo costo para explorarla.
El vehículo ya tiene un nombre se llama “RoverTito”. Es una innovación en la que está trabajando el equipo formado por profesionales de las ingenierías, la química, la geología, el diseño industrial, entre otras disciplinas. Fueron ganadores del concurso Open Space en 2021: el desafío era diseñar un mini rover de código abierto con un peso menor a 2 kilogramos y capacidad para realizar tareas de investigación sobre la superficie de la Luna. El equipo -que se conoce como “SpaceBee Technologies”- ganó y ahora avanza con el desarrollo.
El año pasado, también SpaceBee fue premiado por la agencia estadounidense NASA en el certamen International Space Apps Challenge entre más de 58.000 participantes de 185 países, con la categoría mayor: “Mejor uso de la tecnología”. Participaron con otro proyecto: la aplicación web Aónikenk, que consiste en un mapa interactivo de terremotos lunares.
La agencia NASA tiene vehículos para ir y explorar la Luna, que forman parte de su programa Artemis, que tiene entre sus objetivos establecer una presencia permanente en la Luna a largo plazo. Pero el equipo de SpaceBee está llevando a cabo un proyecto diferente.
Qué distinguirá a RoverTito
En diálogo con Diario RIO NEGRO, Sol Maldonado Betanzo, que estudió ingeniería electrónica en la Universidad Nacional San Juan Bosco, con master en sistemas radar del Instituto Balseiro, comentó: “Nuestro rover está siendo diseñado para ser de costo muy bajo. Esto quiere decir que será un mini rover de bajo peso para que el costo del lanzamiento sea el menor posible”.
Además -señaló la ingeniera- “lo estamos diseñando con materiales que se conocen como componentes comerciales salidos del estante. Significa que la duración de la misión será de 1 mes, y sus capacidades son más limitadas que otros vehículos. La idea de este primer rover es hacer una prueba de concepto y testear esos componentes, que son de bajo costo, en el ambiente lunar”.
El equipo piensa en grande. “La idea futura es el trabajo colaborativo de los rovers, como si fuesen «abejas». Por eso el nombre del equipo es Spacebee. “Queremos que nuestro vehículo opere con rovers de mayores capacidades en el futuro”, dijo.
Actualmente, están finalizando el modelo de ingeniería, que permitirá testearlo en la Tierra con los mismos diseños tanto electrónicos como mecánicos, y componentes representativos del modelo final (o como se llama en la industria, de vuelo).
Los próximos pasos
“El objetivo de este año es finalizar el modelo de ingeniería, probarlo y presentarlo ante distintas entidades y empresas para buscar sponsors, conseguir los materiales para el modelo de vuelo y costear el lanzamiento”, contó la ingeniera, que trabaja en Invap.
La fecha estimada depende mucho del punto anterior, pero apuntan a los años 2026/2027.
“Actualmente estamos haciendo el vehículo como una plataforma abierta para que pueda llevar distintas cargas útiles. Nuestra propuesta inicial de las cargas estuvo orientada a la búsqueda de tubos de lava con un radar de penetración de suelo, y de agua con detectores de neutrones. Pero por ahora decidimos enfocarnos en el diseño de la plataforma. Este año vamos a comenzar con la primera carga útil propuesta que es el radar”, aseguró.
Además de la ingeniera Maldonado Betanzo, el equipo está integrado por Fabián Burgos, Lautaro Mendieta, Tomás Liendro, Dolores Avalis, Franco Bozzetto, Ignacio Leguizamón, Lara Gauna, Mariano Tassin, Miguel Pagliaro, Daniel Ulloa, Benjamín Tapia y Juan Manuel Losarcos.