En un hecho calificado como «ilegal» y de alto riesgo para dos niñas de 7 años que viven junto a una familia solidaria en Roca, personal de la policía y de la Secretaría de la Niñez y Adolescencia (Senaf) intentaron acceder a la vivienda donde descansaban las menores para trasladarlas a Valle Medio, según denunciaron los propios tutores de las niñas y que claramente se pueden observar a través de un video.
A sólo unas horas de que este medio publicara la historia de Marcelo y Margarita, quienes -como familia solidaria- brindaron contención a dos hermanitas en situación de vulnerabilidad, esta madrugada efectivos de la Comisaría Tercera y de la Senaf intentaron llevarse a las niñas en un hecho que a todas luces aparece como «ilegal», según denunció Marcelo Ibarra.
Ocurrió cerca de la 1 de la madrugada de este martes cuando un móvil de la unidad se presentó en el domicilio de Marcelo Ibarra y Margarita Mansilla -en las 827 Viviendas- con el objetivo de «trasladar a las menores a la unidad policial y entregarlas al personal del Senaf».
A esa hora y cuando ya los cuatro integrantes de la familia se encontraban descansando, los policías -sin ingresar a la casa- pidieron la entrega de las niñas aunque los tutores se negaron argumentando que no existía una orden judicial para hacerlo.
Toda la situación se generó en medio de la noche y reja de por medio, donde Marcelo y Margarita resistían la entrega de las niñas a pesar de la insistencia policial aunque aclararon que en ningún momento existió un hecho de violencia concreto que ponga en riesgo la integridad de las menores.
En todo momento y en medio de la desesperación, los adultos solicitaron una orden del juez o de un fiscal encargado de las actuaciones. Lo cierto es que ya pasada la 1:30 de la madrugada llegaron dos operadoras del Senaf insistiendo también en que tenían que llevarse a las niñas por una orden judicial que según Ibarra, en ningún momento les mostraron.
Tras una situación tensa que obligó a Marcelo y Margarita a levantar a las niñas, y «mostrarlas» a los policías y a las operadoras del organismo provincial, para que certifiquen que se encontraban en buen estado de salud, dejaron el domicilio del matrimonio dejando atrás al matrimonio y a las niñas envueltas en una situación de angustia y de llanto.
«Cómo puede ser que vengan a llevárselas sin tener en cuenta sus derechos. Por qué se hace de madrugada y sin una orden judicial…», se preguntó Marcelo cuando tomó contacto con un periodista de RÍO Negro cerca de la 1 de la madrugada.
Esta mañana fuentes del Ministerio Público Fiscal confirmaron que no se tomó ninguna intervención en este tipo de acciones y ratificaron que no tienen conocimiento de este hecho ocurrido durante la madrugada y tampoco sobre quién adoptó la medida de ir hasta el domicilio de la familia Ibarra sin una orden judicial.
¿Por qué intervino la policía?
Anoche, cerca de las 23, una operadora del Senaf se presentó en la sede de la Comisaría Tercera y realizó una denuncia por «averiguación de paradero y demora de las menores». Indicaron que como existe una orden para que los tutores restituyan a las niñas a ese organismo y cómo no pudieron hallarlas en ese domicilio del barrio de las 827 Viviendas, se presentó esa denuncia para constatar que estuvieran en buen estado de salud.
Una alta fuente policial explicó que sólo se hizo una constatación del estado de las niñas y no hubo ninguna intención de retirarlas del domicilio.
«Sin embargo nada justifica que se presenten a esta hora. Tuve que levantar a las niñas y mostrárselas a los policías para que vieran que estaban en buen estado de salud. Esta mañana nos vamos a presentar en la fiscalía para hacer una denuncia del caso», dijo Ibarra hace minutos en diálogo con Río Negro.
Familia Solidaria
Marcelo y Margarita se inscribieron en el 2022 para cumplir con su rol de familia solidaria. «Ya tenemos cuatro hijos y pensamos que sería una buena oportunidad de colaborar socialmente», explicó Ibarra en una entrevista esta mañana.
En un principio les explicaron que -según la normativa del programa- el período no debería superar los seis meses aunque ya llevan «casi dos años». «Ya tenemos un vínculo y como se puede evitar eso después del tiempo transcurrido. Nosotros pedimos que las autoridades hablen con las niñas para que ellas les cuente cómo están. Les hemos dado todo el amor que se puede», comentó el vecino.
Ahora habrá que aguardar las acciones que adoptará el Senaf y la Justicia en torno al delicado caso.