No solo estuvieron en Washington estos días el ministro Luis Caputo y el jefe de Gabinete Nicolás Posse: el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona recorrió también los despachos del poder de Estados Unidos, con reuniones de alto perfil como la que mantuvo con el Fiscal General Merrick Garland, y se llevó de Estados Unidos un plan de capacitación para jueces y fiscales argentinos. el poder judicial en un nuevo sistema que pronto comenzará a implementarse en Rosario.
El ministro llegó el miércoles con una agenda intensa. Su primera escala fue Nueva York, donde se reunió con fiscales de la ciudad especializados en lavado de dinero y delitos financieros y también con autoridades de protección de aduanas y fronteras.
El jueves llegó en tren a Washington y su primera actividad fue en el marco de la Asamblea de Primavera del Fondo Monetario Internacional, donde participó en la reunión ministerial de GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional), con colegas de todos los países. La reunión era sensible porque hay inspectores de esa unidad que están trabajando en la Argentina.
“Nos están revisando, tenemos inspectores, tenemos que rendir cuentas de los últimos 10 años y qué actividad se hizo y lo que se está haciendo”, dijo Cúneo Libarona en un encuentro con Clarín en la embajada argentina en Washington.
En esta reunión también participó Ignacio Yacobucci, presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), el organismo antilavado: «la UIF no tenia una agenda internacional muy importante», dijo a esta corresponsal. «Nuestra decisión es darle una participación más global porque la esencia de la agencia es el intercambio de información con otras en el mundo y por eso es importante generar confianza. Es un objetivo estratégico».
El plato fuerte de su visita fue el viernes, con la reunión que mantuvo con el Fiscal General Merrick Garland, equivalente a un ministro de Justicia. Prestigioso abogado y juez, Garland había saltado a la fama cuando fue nominado en 2016 por el gobierno de Barack Obama para la Corte Suprema, pero su designación fue bloqueada por los republicanos.
La reunión fue en el Departamento de Justicia. “Le conté todo el diseño del plan Justicia, que es la implementación del código acusatorio en materia federal, el Código Penal, Ley de minoridad y Juicio por jurado. Y nos ofrecieron capacitación para los jueces y fiscales argentinos. Es lo que yo quería lograr: capacitadores que conocen el sistema acusatorio que rige en Estados Unidos y que va a regir en nuestro sistema federal 6 de mayo”.
Este sistema, según relató el ministro, comienza en Santa Fe (para aliviar a la castigada Rosario) y después en Cuyo y más tarde en Patagonia. Cúneo Libarona explico que en el sistema argentino actual hay un juez que investiga, que allana, que toma declaración y un fiscal que también investiga. Con el nuevo proyecto, el fiscal y el defensor tendrán muchas más facultades para terminar los sumarios en un lapso breve y donde puede haber acuerdos en etapas iniciales. Al juez le llegarían mucho menos casos para resolver. “Lo que le queda es lo realmente importante: los casos de criminalidad organizada, narcotráfico”, señala.
“El código actual está probado que no funciona, que es lento, que es oscuro, que se tardan 20 años para resolver juicios, que no hay respuestas. Este nuevo sistema es un cambio total: oralidad, presencia, no tanto papel, todo acta, mucho grabado, filmado”, explica Cúneo.
Respecto de la ley de minoridad, dijo que “de acá a 10 días va a estar presentada”. El proyecto baja la edad de imputabilidad de 16 a 14 años. Pero, además, el plan contempla la resocialización y readaptación del menor. Establece también la figura de “amonestación”, que implica que cuando un menor de 13 años comete un delito leve, como por ejemplo haber saltado la verja de un vecino para bañarse en la pileta, el juez puede citarlo delante de sus padres y con un fiscal y la víctima para llamarle la atención, contó el ministro.
La agilización del sistema también contempla juicios por jurado, cuya ley está en trámite. “Si logro implementar todo, tengo la parte procesal del cambio en la justicia hecho”, se entusiasma el ministro. “Si a esto le agrego la ley de minoridad, que estamos terminando ahora con Patricia Bullrich tenemos un cambio en el sistema judicial federal tremendo. Esa es mi meta, mi sueño. Yo estoy para eso”
Después de su visita a Garland, el ministro fue al Departamento de Estado para ver a Kevin Sullivan, vicesecretario del Hemisferio Occidental, y a Enrique Roig, vicesecretario de Democracia y Derechos Humanos. “Les conté todo el diseño judicial y les encantó”, dijo el ministro. Y entonces acordaron que Estados Unidos enviaría fiscales para capacitar a sus pares argentinos, otros podrían venir a Washington para tomar cursos y también hacer encuentros por Zoom.
En el Departamento de Estado hablaron de otros temas, como el reciente fallo de Casación que declaró a Hezbollah responsable del ataque a la AMIA y la embajada de Israel. “Les conté sobre mi ley de juicio en ausencia porque yo creo que no hay otra manera de que este proceso avance. Les gustó mucho, me dijeron que ellos tenían algún sistema parecido”.
El funcionario de derechos humanos quiso saber cómo estaba la situación en la Argentina. “El ministerio quiere ampliar su visión de los derechos humanos. Los juicios a los militares que están en trámite siguen su curso por la vía judicial correspondiente”, dijo Cúneo Libarona. Pero agregó su nuevo enfoque: “En el mundo actual, el centro de la política criminal está dado en las víctimas de delitos. El ministerio las va a acompañar, asistir e incluso asesorar jurídicamente en orden a los delitos de competencia federal”.
Luego tuvo reuniones en la OEA, donde también conversaron sobre el sistema acusatorio. “Tienen protocolos de actuación de los fiscales muy interesantes que vamos a trabajar con ellos en eso, en la capacitación de los fiscales y los protocolos que ya tienen escrito con los fiscales”, dijo.