El Grupo de Puebla, el sello que integran ex líderes y dirigentes populistas de Hispanoamérica que asumen un pensamiento progresista, salió al cruce de Javier Milei, quien en la presentación de su libro el jueves pasado en el Luna Park, aseguró que la institución es un “enemigo” que trata de “voltear” al Gobierno.
“Recientemente, el Presidente Javier Milei nos ha calificado como ‘enemigos’ asegurando que buscamos perpetuar la miseria, desde el Grupo de Puebla le pedimos que se ocupe de lo que le corresponde institucionalmente y no desperdicie su preciado tiempo en pelear y ensuciar a sus oponentes ideológicos”, expresó en un comunicado el think tank de exmandatarios en el que abreva Alberto Fernández.
Entre los que integran el Grupo de Puebla, además del expresidente argentino, figuran José Luis Rodríguez Zapatero (ex presidente de gobierno de España), Rafael Correa (ex presidente de Ecuador) y Ernesto Samper (ex presidente de Colombia).
Al hablar de la batalla cultural, Milei había sostenido que grupos como el Foro de San Pablo y el Grupo de Puebla son “enemigos” que “de repente, tratan de voltear a este gobierno porque quieren que sigan el socialismo y la miseria”.
Además de responder a estos dichos, el Grupo de Puebla salió en defensa de Pedro Sánchez tras la polémica por los dichos contra su esposa, investigada por un supuesto conflicto de intereses que podría encuadrarse en delitos de corrupción, que escalaron durante la última semana con más torpedeo verbal desde ambos gobiernos.
El Grupo de Puebla expresa su rechazo a las declaraciones de odio de Javier Milei. En los primeros seis meses de gestión, ha protagonizado conflictos diplomáticos con Andrés Manuel López Obrador en México, Gustavo Petro en Colombia, Gabriel Boric en Chile, Lula da Silva en…
— Grupo de Puebla (@ProgresaLatam) May 27, 2024
En ese sentido, el Grupo de Puebla expreso su rechazo a las declaraciones del libertario realizadas durante la conferencia de Vox. “Sus dichos de odio infundados hacia la esposa del primer ministro Pedro Sánchez, y su renuencia a ofrecer disculpas a España, han llevado a la lamentable retirada de la embajadora española en Argentina, un dato no menor contemplando que dicho país es uno de los dos que más invierten en Argentina”, apuntaron.
La agrupación de políticos latinoamericanos recordó luego que en seis meses de gestión “Milei ha protagonizado conflictos diplomáticos con Andrés Manuel López Obrador en México, Gustavo Petro en Colombia, Gabriel Boric en Chile y Lula da Silva en Brasil”.
A continuación ensayó un análisis de pretensión pormenorizada sobre las relaciones comerciales de la Argentina y los países con los que el Presidente ha tenido diferencias y las consecuencias que estos cruces podrían tener en los saldos de la balanza comercial.
“Teniendo en cuenta que Brasil y Chile son dos de los socios comerciales más importantes para Argentina, la descalificación constante hacia líderes globales y la ruptura de vínculos diplomáticos fundamentales, podrían derivar en serios problemas para el comercio internacional y la cooperación bilateral, afectando negativamente a los 47 millones de argentinos, además de aislar a Argentina del mundo”, alertaron.
En ese sentido, consideraron que la manera de encarar la política internacional de Milei es de “ruptura sistemática» y sumó el “rechazo al reconocimiento del Estado Palestino en la última asamblea de la ONU en la cuál votó alineado a Estados Unidos, Israel y tan solo cinco países más, yendo esto en contra de lo que siempre votó Argentina”
Y, en línea con sus propios cuestionamientos, avanzaron sobre temas de política interna de la gestión de Milei, desde la mirada del populismo latinoamericano.
“Estos hechos se enmarcan en una Argentina donde la utilización de la capacidad instalada de la industria es apenas del 50%, las empresas están despidiendo masivamente trabajadores y la industria de la construcción, sin inversión en obra pública, está prácticamente paralizada; con una caída de la actividad del 42% en sólo 3 meses”, añadieron.
En tanto puntualizaron que la OCDE proyectó una reducción de la actividad económica argentina de al menos un 3,3% y, añadieron, “lo más grave es que esta proyección podría aumentar”.
DS