viernes, 11 octubre, 2024

Chiquito Romero, de aquel indiscutido a éste que perdió algo más que un partido: la confianza de los hinchas de Boca

De ovacionado a reprobado. De indiscutido a resistido. De héroe a villano. Sergio Romero ya no es ese arquero confiable que condujo a Boca a la final de la Copa Libertadores. El que era capaz de contener dos penales en cualquier serie decisiva y que mantuvo su valla invicta en casi la mitad de sus partidos en el club. Chiquito ya no brinda la seguridad de otros tiempos. Ya no es infalible en los penales (en 2024 Boca fue derrotado por esa vía ante Estudiantes de La Plata y Cruzeiro) y tampoco en los 90 minutos. En su vuelta al Cilindro de Avellaneda, donde fue hostigado de principio a fin por los hinchas de la Academia, falló en los dos tantos del conjunto de Gustavo Costas y quedó en el ojo de la tormenta a siete días del encuentro frente a River.

“El partido se nos escapa porque cometo un error en el primer tiempo y nos hacen un gol. Ahí cambió el partido. Yo me hago responsable por lo que hice dentro de la cancha y por ese primer gol que nos cambia el partido, que estaba totalmente controlado. A veces suceden estas cosas y hay que hacerse responsable y seguir”, dijo el misionero de 37 años que portó la cinta de capitán en Boca ante la ausencia de Marcos Rojo. “La idea que tenemos nosotros con el entrenador (Diego Martínez) es jugar. A veces es jugar por abajo y a veces es saltear líneas. Hay que seguir intentándolo porque es el estilo que él quiere y nosotros tenemos que seguir detrás de eso”, amplió el 1, en referencia a la jugada del primer gol.

Romero, para colmo, cometió fallas que significaron goles. Uno en cada tiempo. El primero, compartido con Pol Fernández. Chiquito intentó habilitar al volante en una salida desde el fondo, Juan Nardoni interceptó el envío, ingresó al área con pelota dominada y definió con clase contra el palo izquierdo del arquero. A pesar de la presión del rival, y del claro gesto de Pol para que Romero salteara líneas, Chiquito buscó el juego por abajo y comprometió seriamente a su compañero, que reaccionó demasiado tarde. Un combo letal que propició el empate de la Academia en el mejor momento del Xeneize, 180 segundos después del golazo de Milton Giménez.

Promediando el segundo tiempo, el propio Romero se redimiría con un gran despeje de sus pies ante un remate cruzado de Baltasar Rodríguez, también tras una mala salida desde el fondo. Sin embargo, Chiquito volvería a ser protagonista en una de las últimas acciones de la noche. Roger Martínez peinó un centro llovido de Roger Martínez y dejó sin efecto la floja salida del arquero, que se detuvo al borde del área chica y se quedó a mitad de camino. El colombiano se desprendió de la marca de Cristian Medina y cabeceó con comodidad ante la atenta mirada de Chiquito, que recibió su quinto gol en tres partidos: dos de Cruzeiro y Racing y uno de Estudiantes.

Frente al Pincha, justamente, Romero también había sido responsable del gol del 1-1 final, en una acción similar a la del tanto de Roger. Aquella vez, Chiquito salió a destiempo y Edwuin Cetré conectó de cabeza casi en el tiempo agregado. Frente a Cruzeiro, a su vez, Romero había dejado corto un rebote dentro del área que aprovechó Henrique para marcar el 1-0.

Capitán de Boca por la ausencia de Rojo, Romero no transmitió seguridadAugusto Famulari

Afectado por una dolencia en el hombro derecho (salió ante Rosario Central y no estuvo frente a Talleres por la Copa Argentina), Romero pidió estar ante la Academia con la mente puesta en el Superclásico. Su último partido había sido ante el Canalla, previo a la fecha FIFA y el arquero deseaba sumar rodaje de cara al encuentro del próximo sábado. La decisión de Diego Martínez de devolverle la titularidad a Chiquito generó controversias entre los hinchas del Xeneize, mucho de los cuales preferían la continuidad en el arco de Leandro Brey, de gran partido ante la T (penal atajado a Alejandro Martínez y otro convertido para encaminar la definición). Aun así, todo indica que Romero seguirá bajo los tres palos del Xeneize y será otra vez titular ante el conjunto de Marcelo Gallardo.

Martínez, por lo pronto, lamentó la caída frente a Racing y no dio señales sobre un posible cambio de arquero. “Da bronca perder con una pelota parada, tenemos que mirar y corregir esos detalles hacia adelante”, comentó el entrenador en su breve conferencia de prensa. Y enfocó la mirada en su tercer partido contra River, rival con el que obtuvo un empate en el Monumental y un triunfo en el Mario Kempes: “Es una derrota que duele, pero a partir del lunes ya encararemos la semana para preparar el partido más importante que tenemos”. Otro dato: 17 de los 37 goles que recibió Boca en 2024 -todos bajo la conducción técnica de Martínez- provinieron de acciones de pelota parada.

El plantel xeneize tendrá el domingo libre y el lunes volverá a entrenarse en Ezeiza de cara al Superclásico, un partido clave que podría definir el futuro del entrenador. En ese contexto, resulta difícil imaginar a Romero fuera de los titulares. En los micrófonos, sus disculpas fueron bienvenidas. En la cancha, su nivel volvió a plantear interrogantes.

La salida de Boca de la cancha, tras la derrotaAugusto Famulari
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