Por INTA
La fitopatología, la ciencia dedicada al estudio y control de las enfermedades que afectan a las plantas, adquirió un protagonismo creciente en la Norpatagonia. Históricamente, las enfermedades no representaban una gran limitante para la producción de cultivos en la región, y se aplicaban estrategias de manejo simples.
No obstante, en los últimos años, la variabilidad climática creó condiciones propicias tanto para aumentar la susceptibilidad de los cultivos como para favorecer el desarrollo de infecciones que, si bien comienzan en el campo, terminan reflejándose en la poscosecha con pérdidas significativas a lo largo de toda la cadena productiva.
Según Susana Di Masi –profesional del INTA Alto Valle y vicepresidenta del 6º Congreso Argentino de Fitopatología–, en este contexto, la fitopatología adquiere un rol fundamental: “El estudio del desarrollo de cada enfermedad en nuestra región, en relación con las condiciones ambientales, es crucial para contar con información localmente adaptada que facilite la toma de decisiones”.
Los avances en esta disciplina permiten identificar los momentos críticos para el control de las enfermedades y desarrollar estrategias de manejo que minimicen las pérdidas.
La fruticultura, una de las economías regionales más importantes de la Patagonia, depende en gran medida de la sanidad de los frutales, siendo este un factor esencial para la productividad.
“El estudio del cada enfermedad en nuestra región, es crucial para contar con información local adaptada en la toma de decisiones”.
Susana Di Masi – Vice presidenta del 6º Congreso Argentino de Fitopatología
Entre las enfermedades más comunes y perjudiciales en los frutales de pepita, como peras y manzanas, se destacan las causadas por hongos. En el caso del peral, la sarna (Venturia pyrina) y la mancha marrón (Stemphylium vesicarium) son las principales afecciones a campo. En poscosecha se manifiestan también varias podredumbres que inician su infección en la chacra. En condiciones climáticas favorables para su desarrollo, las patologías complican la calidad de la fruta.
Hay variedades de manzanas especialmente vulnerables al oídio (Podosphaera leucotricha), que ataca hojas, brotes y flores, y al corazón mohoso, causado por Alternaria spp., con variedades como Red Delicious que son particularmente susceptibles. Además, un complejo de hongos genera cancrosis en plantas de perales y manzanos, afectando considerablemente la producción.
Los frutales de carozo y los frutos secos también enfrentan amenazas fúngicas y bacterianas, que pueden causar graves pérdidas dependiendo de las condiciones climáticas. Las estrategias de manejo para estas enfermedades deben cumplir con regulaciones sanitarias estrictas y, al mismo tiempo, responder a la creciente demanda de los consumidores por productos con mínimos residuos de fitosanitarios y producidos bajo impacto ambiental. Al respecto, Di Masi destacó la importancia de continuar evaluando nuevas alternativas de control que sean más respetuosas con el ambiente y que cumplan con los estándares internacionales.
Una oportunidad para el avance científico
Estas problemáticas y las estrategias de control serán abordadas en el 6º Congreso Argentino de Fitopatología, que se realizará del 18 al 20 de septiembre de 2024 en el Centro Cultural Cipolletti, Río Negro. Bajo el lema “Avanzando hacia la sostenibilidad: Ciencia para una sola salud”, el evento reunirá a expertos nacionales e internacionales para debatir sobre las enfermedades de las plantas desde una visión ecosistémica.
Los tres ejes temáticos del congreso serán: “Una sola salud en Fitopatología”, “Cambio climático: efectos en plantas y patógenos” y “Seguridad alimentaria”. Este encuentro, uno de los más importantes en su ámbito en Latinoamérica, contará con la participación de destacados especialistas de países como Argentina, Brasil, Chile, España, Israel, Países Bajos y Uruguay.
El 6º Congreso Argentino de Fitopatología se realizará del 18 al 20 de septiembre de 2024 en el Centro Cultural Cipolletti, Río Negro.
Durante los tres días del evento, los asistentes podrán participar en conferencias magistrales, mesas redondas y cursos precongreso, que ofrecerán oportunidades de intercambio de experiencias y conocimientos entre investigadores y profesionales del sector.
El congreso está organizado por un consorcio de instituciones que incluye la Asociación Argentina de Fitopatología, la Universidad Nacional del Comahue, INTA, CONICET, el Laboratorio de Servicios Agrarios y Forestales de la Provincia de Neuquén, la Universidad Nacional del Río Negro y SENASA, asegurando así un enfoque integral y multidisciplinario.
“Esta colaboración refleja el compromiso de las instituciones con el avance del conocimiento fitopatológico”, concluyó Di Masi. Para más información, los interesados pueden visitar la página oficial del congreso en: https://6caf2024.com/