Desde hace algunos meses, desde el grupo ADA (Agrupación Diversa Allen) se viene haciendo pública una serie de planteos, para visibilizar un panorama que preocupa: el cierre de talleres, espacios y cargos que ayudaban a mejorar la calidad de vida de los integrantes del colectivo LGBTTIQNB+.
“El Cupo Laboral Travesti Trans no se está cumpliendo, el Concejo de Diversidad (Ordenanza 05/17) tampoco. Lo mismo ocurre con los programas ‘Generar’, ‘Articular’ y ‘Acompañar’, que dependían de Nación”, enumeró en diálogo con RÍO NEGRO Luis Faúndez, uno de los referentes de ese espacio que búsqueda mejorar el acceso a derechos, que como bien aclara, no son privilegios, sino refuerzos para garantizar la calidad de vida, en igualdad de condiciones, como a cualquier persona.
Consultados por este medio, otros integrantes de ese sector de la comunidad local, recordaron con impotencia los avances que habían logrado construir a partir de talleres en torno a emprendimientos, maquillaje artístico, arte y customización, teatro, fanzines e incluso el vínculo con otras organizaciones, que realizan un trabajo similar en Neuquén y General Roca. Todo, aseguran, quedó en la mira del ahorro presupuestario, situación similar a lo ocurrido con el Consultorio Odontológico Inclusivo que se sostenía en otro ámbito, el académico, desde las prácticas de estudiantes avanzados de la Universidad Nacional de Río Negro. Estuvo vigente desde febrero del 2020, pero su cierre era inminente. La sumatoria redunda, según reconocieron, en un fuerte retroceso de todo lo logrado. Mientras tanto señalaron que la falta de capacitación o de toma de conciencia hace que se les siga tratando con prejuicio.
Desde el Municipio, la actual funcionaria a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social, Marta Escobar, explicó las áreas sobre las que se encuentran efectivamente trabajando en estos meses del 2024, aunque haciendo la aclaración de que son “abiertas para toda la comunidad”, sin un abordaje específico para la temática de Diversidad, como se hacía antes del cambio de gestión. Entre ellas se encuentran la Consejería para Adolescentes, el espacio de Primera Escucha para situaciones de Género, Violencia y Diversidad, los conversatorios sobre «Salud de la Mujer y sus Derechos» y “Salud Sexual y Reproductiva”, la prevención y acompañamiento ante consumos problemáticos y los talleres escolares. Junto a ellos persiste la asesoría legal para las temáticas de Familia, Violencia y situaciones laborales. “Estamos a disposición de todos los que se acerquen, jamás se discriminó a nadie”, dijo Escobar, quien aseguró tener experiencia previa por su rol como licenciada en Enfermería que se desempeñaba en el ámbito público, tanto en Allen como en Cipolletti. Reconoció de todos modos, la falta de fondos para asegurar más días en la semana con turnos disponibles para apoyo psicológico, por ejemplo, agenda que sufre la importante demanda, semana a semana.
Lejos de subestimar estos espacios disponibles, desde ADA lo que buscan es recuperar los ámbitos específicos que ayudaban a la inclusión de jóvenes de distintas edades, que atravesaban distintas situaciones y que sufríann distintas trabas para su realización personal, por la valoración negativa que aún pesan sobre quienes tienen una identidad sexual distinta. “No todo tiene que ver con la salud física o la prevención de enfermedades”, cuestionó Faúndez.
Al respecto sumó su mirada Facundo Araneda, uno de los integrantes del equipo de trabajo anterior, que no pudo seguir con lo proyectado por el cese de su contrato laboral. Desde su mirada, notó que no alcanza con profundizar en la Educación Sexual Integral desde lo biológico o el cuidado del cuerpo, por ejemplo, porque los jóvenes llegan con otras inquietudes, términos y dudas que conocen por su uso habitual de redes sociales. Ellos necesitan guía y orientación.
“De todos modos, lo principal no sólo es el contenido, sino lo que ocurría dentro de los talleres, podíamos conocer lo que vivían muchos de los que la estaban pasando muy mal”, contó este ex trabajador, para dar una idea de los avances en contención que quedaron en el camino con los últimos recortes y la pausa a los programas provinciales y nacionales.
Así como ocurre con el Municipio, también fue consultado por ADA el Concejo Deliberante, sobre el cumplimiento del cupo laboral trans. Sólo recibieron como respuesta que no había puestos disponibles. “Se decidió comunicarle que actualmente no existen vacantes de empleo en este Poder Legislativo y que, como la normativa vigente indica, en caso de presentarse la necesidad de cubrir puestos de trabajo, se considerará a toda aquella persona que cumpla con los requisitos del caso”, dice textualmente la nota firmada por Valeria Bezic como presidenta, y Mónica Sandoval como secretaria. Lejos de una respuesta de índole institucional ante el pedido de conocer cuál era la situación actual y las causas del incumplimiento a lo establecido por ordenanza 027/19, quedó a la vista el preconcepto de que exigen un puesto de trabajo por pertenecer al colectivo LGBTTIQNB+, cuando en realidad se trata de habilitar los procesos necesarios para que puedan acceder a opciones laborales genuinas, en función de cumplir con los requisitos necesarios y la idoneidad lógica. Cómo bien reconoce la ordenanza citada, para muchos su condición sexual genera que sea rechazados de antemano, sin conocer sus capacidades, y esa es la barrera que se busca derribar, porque los lleva a tener que recaer en otro tipo de opciones de explotación, en el intento de solventar sus gastos mínimos.
Consultada Escobar sobre los motivos para dar de baja a los talleres y a los empleados que integraban el Cupo Laboral Trans, aseguró que los primeros respondían a lineamientos del Gobierno provincial que no tuvieron continuidad y que la cuestión laboral no estaba dentro de sus facultades. Tampoco se continuó con la asistencia alimentaria, que ayudaba a personas en situación de vulnerabilidad, afirmó.