Meta Platforms, la empresa matriz de Facebook, enfrenta en Estados Unidos una demanda del estado de Massachusetts, que acusa a la corporación de implementar deliberadamente funciones en su red sociales Instagram para generar adicción entre los usuarios jóvenes y engañó al público sobre los peligros que representaba para la salud mental de los adolescentes.
La empresa del magnate de la tecnología Mark Zuckerberg «ha creado una molestia pública al diseñar y utilizar funciones de diseño adictivas en Instagram para explotar las vulnerabilidades psicológicas de los niños», dijo el juez del Tribunal Superior del condado de Suffolk, Peter Krupp, en Boston.
Además, la compañía «ha representado falsamente al público que sus funciones no eran adictivas y que Meta priorizaba la salud y la seguridad de los jóvenes»,
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Y agregó en su resolución de 28 páginas: «Meta ha presentado ahora una moción de desestimación por falta de presentación de una reclamación. Por la razón que se expone a continuación, se rechaza dicha moción«.
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«Para generar ingresos por publicidad, Meta diseña y emplea deliberadamente cuatro funciones o herramientas para interferir o anular la capacidad de los usuarios jóvenes de regular su tiempo en Instagram, lo que resulta en daños mentales y físicos por el uso adictivo», dijo el juez Krupp.
Las cuatro funciones mencionadas son: 1) Notificaciones incesantes; 2) recompensas variables intermitentes; 3) Scroll infinito y autoplay; 4) actualizaciones efímeras.
El juez dijo que, aunque la empresa declaró que los niños menores de edad «no deberían usar Instagram», tomó «medidas de control de edad ineficaces» en la lucha contra la adicción de sus usuarios.
«Meta utiliza un proceso de verificación de edad ineficaz», dice el documento. «Aunque Meta es consciente de que las personas menores de 13 años carecen de las habilidades necesarias para usar las redes sociales de forma segura, ha ignorado de forma imprudente o deliberada la existencia de cientos de miles de esos usuarios en sus plataformas porque eliminarlos afectaría al crecimiento de Instagram».
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«Si los usuarios jóvenes y sus familias hubieran sabido sobre la conducta de Meta, habrían tomado sus propias medidas para controlar el uso inapropiado por parte de menores de edad«, argumentó el juez.
También se acusó a Meta de «dejar repetidamente de lado el bienestar de los jóvenes para aumentar los ingresos».
«Meta ha fracasado reiteradamente en invertir de manera significativa en iniciativas de bienestar para abordar los daños conocidos que sufren los usuarios jóvenes. Los principales ejecutivos de Meta rechazaron reiteradamente los cambios de diseño que, según las investigaciones internas de Meta, mejorarían el bienestar», dictaminó.
Según informó Reuters, la fiscal general de Massachusetts, Andrea Joy Campbell, dijo en su demanda que Meta violó la ley estatal de protección al consumidor y «creó una molestia pública«.
Cuando presentó la demanda en octubre del año pasado en nombre del estado, la fiscal general dijo que «Meta se ha aprovechado de toda una generación de jóvenes para obtener ganancias«. También dijo que Meta supuso una carga indebida para los sistemas escolares y aumentó los gastos de atención sanitaria en Massachusetts.
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«La empresa sabía exactamente cómo sus decisiones de diseño podían y podían enganchar a los jóvenes hasta el punto de la adicción y, sin embargo, siguió utilizándolas y, en muchos casos, rechazó el uso de alternativas viables que sabía que mitigarían el daño a nuestros jóvenes. Hicieron todo esto con el beneficio en mente, no con las personas, no con los jóvenes usuarios», alegó Campbell.
La empresa pidió al juez desestimar la acusación, argumentando que el caso del estado estaba prohibido por la «Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996«, una ley federal que protege ampliamente a las empresas de Internet de demandas por contenido publicado por los usuarios.
Pero el juez Krupp respondió que dicha ley no se aplica a las declaraciones falsas que supuestamente Meta hizo sobre la seguridad de Instagram, sus esfuerzos para proteger el bienestar de sus usuarios jóvenes o sus sistemas de verificación de edad para garantizar que las personas menores de 13 años se mantengan fuera de la plataforma.
El juez explicó, además, que las acusaciones sobre los impactos negativos de las características de diseño de Instagram tampoco estaban excluidas porque Massachusetts «buscaba principalmente responsabilizar a Meta por su propia conducta comercial«, no por el contenido publicado por terceros.
La demanda es el resultado de una investigación bipartidista y multiestatal iniciada en Massachusetts en 2021, por la predecesora de Campbell como fiscal general, Maura Healey, quien ahora es gobernadora. Los documentos publicados por la ex empleada de Facebook Frances Haugen mostraron que Meta era consciente del daño que Instagram podía causar a los usuarios más jóvenes.
ds