El presidente Gustavo Petro armó un nuevo revuelo para el sector económico de Colombia. Esto, el 21 de noviembre de 2024, al reiterar la urgencia de renegociar los Tratados de Libre Comercio (TLC) que tiene firmados Colombia con Estados Unidos y Europa, una tarea que encomendó al ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Carlos Reyes.
“Hay que pedirle al ministro Reyes que empiece a negociar ese artículo lesivo para la seguridad nacional tanto en el TLC con los Estados Unidos como en el TLC con Europa”, afirmó el presidente en intervención en la Casa de Nariño.
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Esto, por supuesto, generó una nueva incertidumbre en los gremios productivos. Por ejemplo, la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), que tiene como presidente ejecutiva a María Claudia Lacouture, hizo un duro pronunciamiento.
Mecanismo de ajuste
Por medio de un comunicado, este expuso que, en relación con las declaraciones expuestas por el presidente de la República sobre una posible renegociación del Capítulo 10 del acuerdo comercial entre Colombia y Estados Unidos, que establece las normas y compromisos para proteger y fomentar la inversión extranjera entre ambas naciones, es necesario llamar la atención sobre el hecho de que el mismo TLC prevé mecanismos de ajuste que no requieren la renegociación del tratado.
“La esencia de los tratados es el resultado de negociaciones y acuerdos entre dos o más partes. Estos instrumentos incluyen cláusulas y procedimientos específicos que permiten su enmienda o modificación, siempre con el consenso de ambos países. En este caso, Estados Unidos tendría que estar dispuesto a discutir y aceptar las modificaciones propuestas por Colombia”, se argumentó.
De igual forma, el gremio explicó que abrir la puerta para renegociar un tratado debe considerarse con cautela, ya que se trata de un proceso bilateral.
Es así como tanto Colombia como Estados Unidos pueden presentar solicitudes de modificación, lo que implica posibles impactos en temas sensibles, como las disposiciones del Capítulo 10, que regula la protección de inversiones, los mecanismos de solución de controversias, el trato “justo y equitativo”, y excepciones relacionadas con la seguridad nacional.
Peligro para la inversión
Entonces, cambiar estas protecciones podría influir de manera negativa en la percepción de Colombia como destino de inversión, un aspecto que debe evaluarse de forma muy cuidadosa.
Asimismo, advirtió AmCham que cualquier modificación significativa al acuerdo necesitaría la aprobación del Congreso de los Estados Unidos antes de entrar en vigor, algo que podría incluir debates legislativos prolongados y, eventualmente, ajustes adicionales al texto renegociado.
“La diplomacia sigue siendo el camino adecuado para avanzar. Presentar las solicitudes correspondientes ante la comisión administradora del acuerdo comercial es la vía para abordar las necesidades del país, asegurando el cumplimiento de las normas internacionales y el mantenimiento de relaciones comerciales sólidas”, finalizó la Cámara de Comercio Colombo Americana.
“Es una estupidez”
Sobre lo propuesto por el presidente Petro, el exministro de Hacienda Rudolf Hommes hizo un fuerte descargo. Por medio de X, el exfuncionario recomendó a los colombianos no pronunciarse sobre el asunto. Incluso, citó a astrónomo, ingeniero, matemático y físico italiano Galileo Galilei para expresar su descontento.
“No deberíamos pronunciarnos sobre lo inoportuno y francamente necio que sería renegociar con Trump el TLC porque las opiniones técnicas adversas las usan los funcionarios de gobierno como razones para insistir en sus propósitos. Pero, como diría Galileo: ‘es una estupidez’”, escribió.
Ministro “no logrará nada”
Por su parte, el exministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo señaló que Petro está haciendo todo lo posible para espantar la inversión extranjera de Colombia. “La orden pública que le dio al ministro de Comercio de renegociar los TLC y de renunciar a los esquemas de protección a la inversión extranjera allí previstos, lo demuestra”, criticó.
Señaló que el ministro Reyes, seguramente, “no logrará nada de lo que le ha ordenado hacer improvisadamente su jefe. Pero la percepción internacional en torno a invertir en Colombia sale gravemente golpeada con este tipo de anuncios”.