El presupuesto 2025 de Martín Llaryora abrió una grieta entre la UCR y el juecismo. En el ala dura cambiemista también milita el liberal Gregorio Hernández Maqueda. El malestar resulta indisimulable entre los halcones de Juntos por el Cambio (JxC) por el voto de apoyo –en general– del radicalismo. Incluso, los boina blanca duros debieron acatar la postura unificada de la UCR fogoneada por los intendentes y la cúpula partidaria.
“Que se doble a más no poder, pero que no se rompa”, pareciera ser la máxima recargada de JxC ante la división que afloró por el paquete económico de Llaryora. En el PJ se frotan las manos por el desacuerdo cambiemista que se reflejará nuevamente en la aprobación definitiva de la ley de leyes, en la sesión del 12 de diciembre.
Hubo tensiones y cruces picantes entre los socios del alineamiento opositor en la sesión pasada, cuando el oficialismo se ufanó de haber logrado una mayoría muy abultada para aprobar en primera lectura el presupuesto 2025. El enfado indisimulable de los halcones de Luis Juez se desató ante dichos radicales que dejaron descolocado al Frente Cívico.
La herida quedó en evidencia en el discurso del jefe de la bancada juecista Walter Nostrala. A su vez, el mileista Hernández Maqueda cargó duro contra la gestión Llaryora, pero su mensaje también apuntó a sus socios radicales. De hecho, el malestar llegó a oídos de Rodrigo de Loredo.
“No habíamos quedado así”, lanzó una voz juecista sensiblemente molesta ante los dichos de Miguel Nicolás en el recinto que se interpretó como un golpe bajo. “¿La UCR es una oposición responsable y nosotros somos irresponsables?”, resaltó el interlocutor y contragolpeó: “Yo lo que quiero es ser una oposición coherente”.
Oposición coherente
Los pases de factura hacia adentro del interbloque quedaron expuestos en el hemiciclo legislativo. “Nosotros no vamos a intentar ser responsables o irresponsables, lo que queremos ser es una oposición coherente. Lo que tenemos que sostener es todo lo que dijimos durante este año”, declaró Nostrala en su devolución de gentilezas.
“Vamos a pedir que se respete nuestra opinión. Porque digamos ésto, (por los argumentos de rechazo) no vamos a dejar de ser responsables. Estamos sentados acá para criticar y para marcar todo aquello en lo que no estamos de acuerdo. Y denunciar lo que creemos que hay que denunciar”, completó la espada juecista en su alocución dedicada a sus socios, más que al peronismo.
No obstante, el embate interno no quedó allí, la radical escindida Graciela Bisotto echó más leña al fuego cuando señaló que iba a votar a favor porque “no queremos poner palos en la rueda”. En medio de la tensión, Nostrala salió a contrarrestar el dardo envenenado lanzado hacia el juecismo.
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“Nosotros pusimos palos en la rueda cuando el ministro de Seguridad quiso comprar los 400 autos con un sobreprecio de seis millones de dólares. Dijimos que no. Pusimos palos en la rueda en el Tribunal de Cuentas cuando dijimos no pueden comprar un kilo de pollo a 15.000 pesos porque esto está mal”, contragolpeó. “Esto no es ser irresponsables, es para lo que nos votaron”, remató el opositor del riñón juecista.
No fue la única crítica interna en el mundo cambiemista que se escuchó en el recinto que quedó solapada ante un PJ en total calma. Facundo Torres y Miguel Siciliano juegan “al policía bueno y al policía malo”. Con los votos asegurados de la UCR al paquete económico, Torres cobró protagonismo, mientras Siciliano se llamó a silencio. No hubo una sola mención al “mienten” al que tiene acostumbrado a todos, pese a que los radicales dispararon munición pesada ante las disidencias en su voto en particular.
“El Nobel de Política 2024 va para el gobernador Martín Llaryora”, expelió Hernández Maqueda en su crítica a propios y extraños. “Con el 45% de los votos, con 33 bancas obtenidas propias, va a obtener el 90% de los votos de los miembros de esta cámara. Van a apoyar la principal ley (…) de un gobierno que tiene 25 años en el poder. Lo felicito señor gobernador por esto que ni siquiera su predecesor lo ha obtenido”, expresó en su ácido comentario que irritó al PJ y a los radicales.
Argumento radical
Desde la bancada radical descartaron “un presunto acuerdo” con el PJ. Una voz de peso justificó el voto de la UCR sobre la base de “la distribución territorial”. Según su lógica, el presupuesto es “una herramienta de gobernabilidad que hay que otorgarla”, aportó el interlocutor al aludir a los 170 intendentes radicales que en sus municipios reciben el apoyo a sus presupuestos por parte de los peronistas, aunque no estén de acuerdo.
“El presupuesto es un instrumento político dogmático. Lo que se aprueba es el instrumento y después al contenido se lo discute”, razonó una espada radical en sus argumentos. Ante la crítica de los socios, afirmó: “No creo que quedemos atados en acordar un presupuesto porque es la primera lectura y se plantearon un montón de oposiciones”.
«No es que se lo entregamos como un cheque en blanco», había dicho la deloredista Alejandra Ferrero en su intervención en el recinto que, pese a la dura crítica a la gestión Llaryora, se plegó al voto unificado de la UCR a favor de la aprobación de las leyes económicas.
En su lógica, los radicales entienden que aprobar –en general– “un instrumento de gobernabilidad” no los condiciona “en que luego se lo puede batallar”, confió una representante boina blanca al tiempo que remarcó que “se habló mucho” entre los socios de JxC ante las posturas encontradas por el presupuesto llaryorista.
La división del voto en el universo cambiemista se interpretó como una señal del roce entre De Loredo y Juez, ambos anotados en la carrera por la gobernación del 2027. Una voz deloredista lo descartó de plano. “El evento del otro día donde estuvieron juntos saldó todas las dudas”, subrayó.
“No hay ruptura del interbloque”, aseguró un miembro del círculo íntimo de De Loredo. En el mismo sentido se pronunció un ultrajuecista. Lo que sí quedó en claro que fue un acierto la conformación de bloques separados desde el inicio del año legislativo. “Si hubiéramos integrado un solo bloque, esto ya hubiera estallado por los aires”, confió una voz cambiemista.