Madrid, 8 dic (EFE).- La Conferencia de Presidentes autonómicos que se celebrará este viernes en Santander ha sido un anhelo numerosas veces exigido, de palabra y por escrito, por la mayoría de los gobiernos de las comunidades y que el ejecutivo central había ido aplazando por las sucesivas convocatorias electorales.
Una cita de un órgano creado en 2004 por José Luis Rodríguez Zapatero que se ha reunido 26 veces, la mayoría de forma telemática durante la pandemia, y que para esta ocasión ha ido cambiando la temática a abordar, desde la inmigración a la falta de médicos o la política del agua, y recientemente la vivienda, pasando, siempre, por la financiación autonómica.
El 7 de agosto de 2022, menos de cinco meses después de la última, la celebrada en La Palma el 13 de marzo de 2022, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya pidió su convocatoria para que las comunidades tuvieran «voz y voto» en el plan de ahorro energético que debían aplicar.
El 10 de mayo de 2023, el presidente andaluz, Juanma Moreno, defendió la convocatoria de una Conferencia de Presidentes para analizar de forma monográfica el problema de la sequía y el 28 de junio siguiente, él mismo avanzó en el debate de política general del Parlamento de Andalucía que solicitaría al Gobierno la convocatoria de este órgano para abordar las necesidades y carencias del sistema público sanitario en España, entre ellos la falta de personal.
El 23 de noviembre de 2023, tras acuerdo con la dirección del partido, los presidentes de las comunidades y ciudades autónomas gobernadas por el Partido Popular suscribieron una petición para que se celebrase «de manera inmediata» la Conferencia de Presidentes.
En aquella ocasión el objetivo era que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, les informase sobre el alcance y efectos de los acuerdos para su investidura «sobre principios básicos como la equidad de trato entre los españoles o la independencia judicial».
Ya este año, el 12 de enero, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, manifestó que «pronto» habría una Conferencia de Presidentes e incluso aventuró que en 2024 se celebrarían «al menos» dos.
Entonces, hace ya 11 meses, no se hablaba públicamente de abordar el tema de la vivienda y el ministro se refirió a dos «prioridades»: las reformas de la financiación autonómica y de la Ley de Bases de Régimen Local.
De nuevo el presidente andaluz remitió el 16 de enero una carta al presidente del Gobierno en la que le volvió a exponer la importancia de convocar una Conferencia de Presidentes «urgentemente» para abordar los acuerdos que Sánchez estaba cerrando con los independentistas catalanes.
Esta misiva se unió a la reclamación que ya hizo Moreno a Pedro Sánchez en otra carta del 9 de noviembre, en la que le pidió que convocara este órgano para informar sobre las consecuencias de sus acuerdos de investidura.
El 17 de enero, los presidentes autonómicos del PP volvieron a exigir por escrito a Sánchez la convocatoria de la Conferencia, esta vez ante el pacto entre PSOE y Junts para delegar la competencia en inmigración a Cataluña.
La respuesta del Gobierno no se hizo esperar y al día siguiente, 18 de enero, el ministro de Política Territorial aseguró que este año se celebrarían no una sino dos sesiones de la Conferencia de Presidentes, a diferencia de Mariano Rajoy, que convocó únicamente dos en sus más de seis años en Moncloa.
Tres meses y varias peticiones más después -entre ellas las del presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz-, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, no aclaró todavía el 16 de abril cuándo preveía el ejecutivo convocar la Conferencia de Presidentes.
Y el titular de Política Territorial declaró el 28 de mayo que la convocatoria se produciría cuando hubieran sido investidos los nuevos presidentes vasco y catalán y todavía insistió en que se cumplirá «escrupulosamente» la obligación de celebrarla dos veces al año.
Para entonces la presión de las comunidades del PP, que el 24 de abril enviaron una nueva carta a Pedro Sánchez exigiendo la convocatoria inmediata y urgente de la Conferencia, apuntaba hacia la vía de las «fórmulas jurídicas y administrativas» que acabaría por materializarse poco después.
Así, para finales de julio, la mayoría de los gobiernos autonómicos del PP habían anunciado recursos judiciales contra la no convocatoria de la Conferencia de Presidentes, a pesar de que el Gobierno acababa de anunciar por fin que la Conferencia se llevaría a cabo en septiembre, una vez pasadas las elecciones catalanas.
El 30 de julio Pedro Sánchez anunció que en septiembre comenzaría, no la Conferencia en sí sino el proceso para celebrarla y, sin precisar fecha, indicó que sería en Cantabria y que estaría centrada en el problema de la falta de vivienda, que hasta ese momento nadie había reclamado abordar en este órgano pero que a partir de entonces cobró plena actualidad en el debate política y mediático y en la calle.
El Ministerio de Política Territorial convocó por fin a las comunidades autónomas a una reunión el 28 de octubre en Madrid para aprobar el orden del día de la anunciada Conferencia de Presidentes, en la que se acordó que además de sobre vivienda se hablaría también de financiación autonómica, como insistían desde la mayoría de gobiernos autonómicos, de inmigración y de la falta de profesionales sanitarios.
Finalmente fue el 18 de noviembre cuando el Gobierno fijo la fecha de este 13 de diciembre para reunir la anhelada Conferencia en Santander. EFE
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