A un año de la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, la Unión Industria Argentina (UIA) pasa un momento crítico en la relación con el Poder Ejecutivo, luego de que el mandatario desistiera de concurrir a la conferencia anual de la entidad y que su política económica de apertura de importaciones y dólar alto perjudique directamente al sector industrial argentino. Sin embargo, el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, y el Comité Ejecutivo compartieron un desayuno con el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, para compartirle una batería de pedidos.
Según trascendió tras el desayuno, los industriales presentaron una propuesta para bajar la carga tributaria y equilibrar los impuestos municipal, provincial y nacional que enfrentan los productores industriales. Sturzenegger se comprometió a compartir la inquietud con el Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo, pero planteó que el Poder Ejecutivo priorizará la recaudación para alcanzar el superávit fiscal.
Los industriales también se refierieron a un plan de eficiencia en puertos y otras áreas logísticas; algo que dependerá del sector privado para un Gobierno que no pretender invertir en obra pública. Por otra parte, pidieron bajar la litigiosidad; un eslogan que la Casa Rosada comparte y que el ex secretario de Coordinación de Producción, Juan Pazo, el único representante del Ejecutivo en el encuentro de la UIA, les prometió avanzar.
«Todo lo que estaba en el DNU 70 que se judicializó, excepto las cuestiones sindicales, estaría incluido en este proyecto de ley», le había prometido Pazo a Funes de Rioja, junto a un proyecto de RIGI para pequeñas y medianas empresas; que fue anunciado pero no presentado.
En la reunión de esta mañana, Sturzenegger recibió los pedidos de los industriales tal como había anticipado este diario. La reunión se preparó la semana pasada, al mismo tiempo que se analizó el desplante de Milei y Caputo en la conferencia anual de la entidad y las perspectivas oscuras de los próximos meses para la industria. «Va a ser un negoción para los importadores y una pandemia para los que producen y exportan», reflexionan en la UIA sobre el modelo Milei en su primer año de gestión.