Fuentes del Gobierno le confirmaron a Ámbito que al menos dos bancos de capitales nacionales le pidieron desregular el crédito en dólares. La solicitud apunta a flexibilizar las regulaciones macroprudenciales que se establecieron después de la crisis del 2001 y que obligan a las entidades a orientar los préstamos hacia sujetos que generen divisas. Dos altos funcionarios del equipo económico reconocieron que la propuesta está “en análisis”.
En el sector hay diferencias: el presidente del Banco Santander dijo que el dirigir el crédito en dólares hacia quienes los generan es “un principio fundamental para garantizar la sostenibilidad y confianza del sistema financiero”.
El éxito del último blanqueo de capitales incrementó la liquidez de los bancos en moneda extranjera. Según la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), se regularizaron unos u$s20.000 millones. Los depósitos privados en dólares alcanzaron su punto más alto del año el 31 de octubre, cuando tocaron los u$s34.000 millones. Luego hubo una salida por goteo que los mantiene arriba de los u$s31.000 millones, por encima de los niveles previos al régimen de regularización de activos.
Dos funcionarios del equipo económico confirmaron a este medio que el nuevo escenario llevó a que al menos dos bancos de capitales nacionales le pidieran al Gobierno desregular el crédito en dólares. La solicitud apunta a flexibilizar las regulaciones macroprudenciales que se implementaron luego de la crisis del 2001 y que solo permiten prestar en moneda extranjera a quienes generen divisas.
El ministro de Economía, Luis Caputo, dijo esta semana que por las reformas que está llevando adelante Javier Milei, sumado al desempeño de la energía y la minería, en Argentina sobrarán dólares. En ese mismo acto en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y frente a empresarios deslizó la posibilidad de flexibilizar las regulaciones para algunos sectores como la construcción.
Una de las fuentes del Gobierno consultadas por este medio dijo que “toda propuesta se analizará, pero aún no hay una posición tomada”. Esto ocurre porque además dentro del propio sector financiero hay distintas posiciones sobre el tema
¿Boom de crédito en dólares y riesgo para el sector financiero?
Para Emiliano Anselmi, economista Jefe de Portfolio Personal Inversiones (PPI), “el Gobierno está buscando que se acelere la dinámica que permite que los dólares ociosos se transformen en préstamos para incrementar la oferta en el mercado de cambios y que el Banco Central siga acumulando reservas”.
Sobre este punto, remarcó que “ampliar el universo de capacidad prestable de los dólares es una manera bastante inmediata”, aunque sostuvo que esta restricción es “de lo poco bueno que dejó la crisis del 2001 y que con estas mismas medidas macroprudenciales en años anteriores hubo más préstamos en dólares”.
Ante la consulta de Ámbito, el ex vicepresidente del Banco Central Jorge Carrera, consideró a la medida “peligrosa” y dijo que “la liberación de la regla va a traer un boom del crédito en dólares pero va a generar un riesgo en el sistema financiero” y destacó que ese mismo problema “nos llevó al colapso en la convertibilidad porque había una gran cantidad de crédito en dólares que generaban argendólares y cuando hubo una devaluación el sistema financiero colapsó”.
Créditos en dólares: los bancos se meten en el debate
Esta semana, Javier Bolzico presidente de Adeba dijo sobre los préstamos en dólares que “es un tema que debe ser discutido en los próximos meses para aumentar la competitividad de la economía, siempre teniendo en cuenta la estabilidad del sistema” y argumentó que “el enfoque debe ser la correcta gestión de riesgos de acuerdo a los estándares internacionales y no la prohibición”.
En cambio, el presidente del Banco Santander, Alejandro Butti, aseguró que el dirigir el crédito en dólares hacia quienes los generan es “un principio fundamental para garantizar la sostenibilidad y confianza del sistema financiero”. Esta postura, en líneas generales, es compartida por los bancos internacionales agrupados dentro de ABA.
Entre esas entidades, advierten que la flexibilización de la norma traería riesgos para el sistema y para los deudores ante una eventual devaluación. Resaltan además que las regulaciones macroprudenciales permitieron atravesar distintas dificultades como la crisis financiera internacional de 2008, la corrida cambiaria y el retiro de depósitos del 2018 sin problemas. Y sobre todo, destacan que permitieron recuperar la confianza en el sistema bancario.