Cada 6 de enero se celebra el Día de los Reyes Magos, una conmoración cristiana que marca el final de las festividades navideñas y recuerda la visita de Melchor, Gaspar y Baltasar al niño Jesús en la ciudad de Belén. Esta fecha reúne a su vez una serie de tradiciones milenarias, como la de dejar pasto y agua para los camellos de los reyes, así como también a un par de zapatos viejos para recibir regalos.
La tradición está basada en el relato bíblico del Evangelio de Mateo (2:1-12). Según este pasaje, tres sabios del Oriente – Melchor, Gaspar y Baltasar – llegaron a Belén siguiendo una estrella que los guiaba hasta el lugar donde se encontraba el recién nacido. Los magos llevaron regalos significativos: oro, incienso y mirra, que representaban la realeza, la divinidad y la humanidad de Jesús, respectivamente.
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¿De dónde viene la tradición de celebrar la llegada de los Reyes Magos?
El 6 de enero fue elegido por la Iglesia en los primeros siglos del cristianismo como la fecha para celebrar la Epifanía, que significa «manifestación». En este contexto, representa la manifestación de Jesús al mundo.
La festividad no solo tiene un significado religioso, sino también cultural, ya que fomenta valores como la generosidad, la unidad familiar y la preservación de tradiciones. Es una ocasión especial para compartir en familia y recordar el mensaje de esperanza y fe que inspira esta fecha.
Quiénes eran los Reyes Magos
«Reyes Magos» es el nombre con el que la tradición cristiana se refiere a los sacerdotes eruditos del Antiguo Oriente que, tras el nacimiento de Jesús, acudieron a Belén para homenajear a Cristo y darle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.
Sólo el Evangelio de Mateo habla de estos «magos», pero fue recién en el siglo III cuando se estableció que pudieran ser reyes y que eran tres, ya que hasta entonces había dibujos con dos, tres o cuatro magos. Incluso, la Iglesia ortodoxa siria y la Iglesia apostólica armenia aseguraban que eran doce, como los apóstoles y las doce tribus de Israel.
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Sus nombres, Melchor, Gaspar y Baltasar, aparecieron por primera vez en un mosaico dentro de un templo de Italia. Se trata de una obra que data del siglo VI ubicada en la iglesia de San Apollinaire Nuovo, en Rávena. Allí se distingue a los tres magos ataviados al modo persa con sus nombres encima y representando distintas edades.
A partir del siglo XIX, se inició en España la tradición de convertir la noche de Reyes, anterior a la Epifanía, en una fiesta infantil con regalos para los chicos, a imitación de lo que se hacía en otros países por la Navidad, en homenaje al santo oriental San Nicolás.
Esa costumbre es la que se mantiene en la Argentina, que con el tiempo y a partir de la literatura, establece que hay que dejarle pasto y agua a los camellos de los Reyes, y zapatos donde los Magos apoyan los regalos.
El misterio de la estrella de Belén
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El pesebre que se arma el 8 de diciembre y se retira justo después del Día de Reyes muchas veces lleva una estrella en su parte superior: pero los Sabios de Oriente podrían haber puesto muchos otros cuerpos celestes en ese sitio.
Durante un tiempo se pensó que la estrella de Belén podría haber sido un cometa, pero también existe la hipótesis de que Saturno y Júpiter se habrían cruzado en la constelación de Piscis.
El fenómeno astronómico habría sido interpretado como un anuncio imposible de ignorar.
Reyes Magos: por qué se deja pasto, agua y zapatos
Una de las teorías más difundidas se basa en la costumbre que existía en Holanda en el siglo XV, donde las personas pudientes entregaban limosna en las iglesias el 5 de enero en ocasión de la fiesta religiosa y las familias más pobres las recibían al día siguiente.
Aunque la fiesta que conmemora la adoración de los Reyes Magos es una de las más antiguas del cristianismo muchas de sus tradiciones tienen que ver con costumbres poco bíblicas y más bien mundanales.
Por ejemplo, en México se dice que los zapatos se ponen cerca del pesebre para que los Reyes Magos dejen algunas «ofrendas» a los niños de la casa en su paso para adorar a Jesús.
El pasto y el agua para los camellos es bastante sencillo de explicar: los animales merecen cuidado después de una larga travesía.
En tanto, de acuerdo al tamaño del calzado, los Sabios de Oriente sabrán a quién le corresponde un regalo por edad, pero además los chicos dejan sus cartas en sus zapatos para pedir por algún objeto en particular.
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