La joya británica con un valor millonario sigue sin aparecer y todavía no hay un sospechoso sólido.
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La desaparación y búsqueda de la tiara de Portland.
La mayoría de las joyas y reliquias del mundo suelen estar guardadas y fuera del alcance del público para evitar cualquier altercado y que tengan una conservación especial. Sin embargo, la realeza y sus dueños a veces deciden exponerlos en museos por cortos períodos de tiempo para que puedan ser admiradas.
Sin embargo, solo 90 segundos bastaron para que una banda criminal destrozara las medidas de seguridad del Museo Harley Gallery en Inglaterra para robarse una de las piezas mas importantes de la realeza británica. Esta es la historia de la desaparición de la Tiara de Portland, valuada en más de cuatro millones de euros.
La tiara de Portland
La Tiara de Portland es una de las joyas más icónicas de la aristocracia británica, conocida por su belleza y significado histórico. Diseñada en 1902 por la reconocida marca de joyería Cartier, fue creada especialmente para William Cavendish-Bentinck, el sexto duque de Portland. Este fue un regalo para su mujer, Winifred Anna Cavendish-Bentinck, con motivo de la coronación del rey Eduardo VII.
Esta pieza, adornada con diamantes y piedras preciosas de incalculable valor, representaba el poder y el legado de la nobleza inglesa. La estrella de la corona, justamente, es el Portland Diamond, que se posa en el medio y está vaulado en 4 millones de euros. Durante años, la tiara estuvo resguardada como un tesoro familiar, hasta que fue prestada al Museo Harley Gallery en el Welbeck Estate para su exhibición pública, junto con un broche a juego que estaba incluido en el regalo.
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El robo a la joya británica
El robo tuvo lugar en la madrugada del 20 de noviembre de 2018, en el mencionado museo ubicado en Nottinghamshire, Inglaterra. Una banda criminal estrelló contra el museo un Audi A5 para después romper las vitrinas blindadas que protegían la famosa tiara y el broche Portland.
A pesar de que las alarmas se activaron de inmediato, los delincuentes lograron escapar rápidamente antes de que llegara la policía. En total, todo el crimen duró solamente 90 segundos. La violencia y la precisión del ataque evidenciaron que se trataba de un robo cuidadosamente planificado. La corona, junto con un broche de diamantes igualmente valioso, desapareció sin dejar rastro.
Qué pasó con los criminales
A partir del robo, comenzó una investigación a contrarreloj para recuperar el tesoro británico. Al poco tiempo se encontraron los restos del auto quemado en una ciudad cercana, y con esto llegó la detención de cinco personas sospechosas. Sin embargo, fueron liberadas al poco tiempo y el crimen sigue sin resolverse.
Lo que creen las autoridades es que ya fue desmantelada y vendida por separado, ya que es una pieza muy conocida para poder entrar al mercado ilegal sin ser reconocida. Tras la publicación de la historia en el programa de BBC ‘Crimewatch‘, donde se ofrecieron unos 112.000 euros, se detuvieron a 13 personas por posibles pistas que lleven al trayecto de la joya. A pesar de todos estos esfuerzos, sigue sin haber respuestas de su paradero.