En diálogo con Canal E, el periodista de Editorial Perfil, Ariel Maciel, habló sobre el reciente dato de inflación que publicó el Indec y cómo también se confirmó una caída del consumo masivo. También se refirió a que los costos de producción en Argentina son muy elevados y que muchas PyMEs ya empiezan a pensar en una posible reconversión a importadores.
«Uno de los datos más relevantes después de la publicación de la inflación fue la caída del consumo masivo«, señaló Ariel Maciel, quien indicó que en febrero el descenso fue del 9,8%. Este fenómeno se da en un contexto complejo tras la devaluación del gobierno de Javier Milei, lo que afectó especialmente a los empresarios nacionales e internacionales con inversiones en el país.
«El escenario no es para nada favorable«, advirtió Maciel, luego mencionó que los costos de producción en Argentina aumentaron considerablemente: «El Gobierno busca reducir la inflación a toda costa, incluso a expensas de la industria local«.
Informalidad en la industria nacional
El entrevistado destacó que la decisión del Gobierno de reducir aranceles a la importación de ropa y calzado generó una fuerte reacción de la Unión Industrial Argentina y otras cámaras empresariales. «Si no baja la inflación es porque los costos de producción argentinos son muy altos«, explicó. Además, alertó sobre la informalización del mercado: «Muchas PyMEs no van a cerrar, sino que van a pasar a la informalidad, lo que empeorará la competitividad para quienes siguen en regla».
Otro problema se relaciona con la orientación de los empresarios frente a las nuevas condiciones del mercado. «Hoy los industriales están pensando en cómo reconvertirse en importadores«, afirmó Maciel, que luego recordó la paradoja que enfrentó el sector textil bajo la gestión anterior: «Alberto Fernández les dio toda la protección y fueron los que más subieron los precios. Ahora los precios caen porque no le venden nada a nadie«.
Cambios en el consumo debido al poder adquisitivo
El periodista resaltó que, más allá de los costos internos, el mayor problema es la falta de demanda: «Podés vender una remera a 10 pesos, pero si nadie tiene 10 pesos para comprarla, el problema sigue«. Además, mencionó que, «se está vendiendo solo lo básico; ni gaseosas ni cerveza, y mucho menos ropa y calzado».
Por otro lado, el clima de inversión también es incierto. «Si el empresario local no invierte porque no hay consumo ni condiciones favorables, ¿por qué lo haría un inversor extranjero?», planteó Maciel. Además, subrayó la preocupación de los empresarios respecto a la estabilidad del tipo de cambio: «Para cambiar mi esquema de negocios necesito pensar en dos, tres o cuatro años, no solo hasta octubre«.