Cómo sigue la nueva novela entre Paredes y Boca, tras el blanqueo del jugador sobre la cláusula

22/03/2025 09:57hs. Actualizado al 22/03/2025 09:59hs.

Como si el pase no hubiera sido lo suficientemente fuerte y direccionado, Leandro Paredes fue paciente, se encargó de tomar nuevamente la pelota y volvió a dar la asistencia, asegurándose de que esta vez tenga la precisión para llegar a destino. No, no fue parte de ninguna jugada del partido entre Argentina y Uruguay, ni tampoco de los que el volante central viene jugando con la Roma últimamente. La escena en cuestión surge de la entrevista post clásico rioplatense, en la cual Paredes le entregó -sutilmente y de manera definitiva- la responsabilidad de llegar o no a Boca al propio club, o más bien a su presidente Juan Román Riquelme.

El monólogo del jugador arrancó casi como una exposición en medio de una nota: «Es cierto lo de la cláusula, es solamente para Boca y nadie más. No hablé con dirigentes de Boca, sólo hablé con el club. La verdad es que tengo que estar totalmente agradecido a Roma porque si bien es una renovación que se iba a hacer, por los partidos jugados, por los objetivos que yo tenía que estaban casi cumplidos, el club optó por adelantarlo, obviamente poniendo esta cláusula en el medio así que agradecido». Hasta ahí, una revelación acerca de lo que se había filtrado, que tenía que ver con dejar en claro su intención de volver al Xeneize, luego de haber sido señalado por muchos hinchas en cuanto a no haber llegado a un acuerdo en el último mercado de pases.

Sin embargo, había lugar para más. Y de esa última respuesta salió la bomba, esa que ahora en Brandsen o en Ezeiza habrá que desactivar. «La cláusula es de ahora, pero soy consciente de que va a ser muy difícil, creo que la ventana más fácil era en enero, donde hice lo posible para poder estar, pero bueno, no se dio por diferentes cosas y ojalá que siga viviendo mi carrera día a día para en algún momento volver al club«. Listo, no hizo falta más de parte del 5 de la Selección. Y así se abrió un nuevo capítulo de la novela.

Qué sigue

El asunto ahora es -primero- esperar para saber si desde Boca surge alguna reacción a nivel público. En lo inmediato, sería una aparición de Riquelme refiriéndose al tema, luego de que su única manifestación al respecto fuera en medio de los rumores de renovación de Paredes con Roma aunque sin que todavía se hubiera hecho efectiva ni tampoco se supiera de la cláusula. «Si renovó allá, cómo vamos a traerlo acá», fue su reflexión cuando las cosas a LP ya se le habían puesto calientes en las redes sociales. En cuanto a dar un parecer, también podría surgir un testimonio de algún miembro del Consejo de Fútbol, aunque eso es más probable que pase en el próximo fin de semana, cuando Boca visite a Newell’s en Rosario.

Paredes sigue siendo importante para Roma. Renovó hasta junio de 2026, aunque si Boca pone 3.5M de Euros se lo lleva…

Tic, tac

En cuanto a cómo cayó la bomba internamente, lo cierto es que ya la etapa previa a este blanqueo de situación por parte del jugador había profundizado el manto de silencio que se dio en el club. Porque, claro, la intención estuvo desde comienzos de año, pero la puja respecto del contrato nunca avanzó más allá de un ida y vuelta entre las partes. Y eso (el contrato) fue lo que trabó la cuestión y tiró la pelota para adelante.

Claro, entre ese cierre de negociaciones y esta realidad en la que a Boca se le abre una chance de mercado difícil de igualar (pagar un valor que bien podría costar un jugador del mercado interno por un Campeón del Mundo y con pasado en el club), estuvo la eliminación de la Copa Libertadores. Y entonces la noticia de la nueva instancia para quedarse con Paredes asomó -y asoma- como un bálsamo que acompañe los últimos buenos resultados y hasta eleve la expectativa de cara al Mundial de Clubes.

En silencio

Por eso lo que viene se trabaja en un hermetismo que no es común en cuanto a lo que se puede descifrar partiendo de las sensaciones que se oyen en los pasillos. «Decidimos no hablar más del tema», fue la sentencia que partió desde Ezeiza allá por fines de enero, cuando las versiones iban y venían y parecían estar a punto de hacer estallar todo. «Si no es ahora, será en junio», era una certeza también en el búnker xeneize un poco más atrás en el tiempo.

Todo eso si el plan avanzaba con mejor química entre las partes, lo cual ahora parece algo un tanto más resentido. Sin ir más lejos, ya Paredes se refirió a la dirigencia de Boca en plural, y no personalizándola en su amigo Román, como tantas veces se dio el diálogo a través de los medios. El final, ya está dicho y repetido, sigue abierto. Pero a esta altura cada movimiento debe ser leído con especial atención.