La deuda se ha vuelto estructural en los hogares argentinos y para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el especialista en Comercio Exterior, Miguel Ponce, quien comentó que, “el 92% de los hogares argentinos está endeudado”. El entrevistado expuso un panorama preocupante sobre la economía familiar en el país: el endeudamiento está en niveles sin precedentes y responde a la necesidad de cubrir gastos básicos.
“Un gran porcentaje de este endeudamiento es para comprar alimentos”, subrayó. El uso de tarjetas de crédito ha cambiado drásticamente: “Hoy el 58% del gasto con tarjeta se destina a comida”, marcando un giro desde los días en que se usaban para viajes o electrodomésticos.
Tarjetas de crédito: intereses que no bajan
Ponce criticó el desfase entre las tasas de interés y la inflación actual: “Las tarjetas de crédito siguen cobrando intereses de más del 140%, cuando se espera una inflación del 38%”, señaló. Esto, según él, se basa en un esquema de actualización que considera la inflación pasada en lugar de las proyecciones futuras.
“Se supone que las cuotas que vas a pagar son hacia adelante, por lo tanto debiera tenerse en cuenta ese pronóstico y no la historia inflacionaria del pasado”, explicó. Esta lógica, advirtió, “retroalimenta la sensación de que la inflación sigue disparada”, aunque los datos actuales indiquen lo contrario.
¿Quién debe regular las tasas?
Ante esta situación, Ponce apuntó a la falta de acción de los organismos responsables: “Tal vez el Banco Central debiera negociar con las tarjetas algo que tenga más que ver con la realidad”, sugirió. En un contexto en que incluso los sectores libertarios intervienen en mercados clave, “no se entiende por qué no se regula el costo financiero que hoy asfixia a los hogares”.
Además, recordó que hubo momentos en que el Estado limitó tasas excesivas por considerarlas usura. “No deberíamos volver a permitir que los bancos se conviertan en parte del problema inflacionario”, dijo.
Morosidad y efecto dominó
El especialista también advirtió sobre el creciente nivel de incumplimiento financiero. “Estamos en el peor grado de morosidad que se tenga memoria”, aseguró, detallando que los tres principales focos son las tarjetas, los créditos personales tomados para pagar otras deudas, y los cheques rechazados, que “ya superan los niveles de la pandemia”.
“El endeudamiento va a continuar creciendo mientras los ingresos sigan sin alcanzar”, añadió. El aumento en los costos de servicios, salud y educación obliga a postergar pagos y patear deudas hacia adelante, lo que genera un efecto bola de nieve que agrava la situación.
La metáfora del paraguas y los dólares del colchón
En un pasaje gráfico de la entrevista, Ponce retomó la comparación propuesta por el periodista: “Esta economía es como el paraguas del microcentro: cuando llueve, te lo venden carísimo y muchos terminan mojándose”. La metáfora apunta a una economía oportunista que no protege a la mayoría, sino que profundiza las desigualdades.
Además, cuestionó la política oficial respecto al ahorro en dólares: “Desde que empezaron a hablar de los dólares del colchón, los dólares han marchado al colchón”, ironizó. Según datos recientes, las reservas cayeron 2.000 millones de dólares, mientras “el dólar oficial está por encima del blue, algo insólito en mucho tiempo”.
¿Hasta cuándo?
Ponce cerró su análisis con una reflexión inquietante: “¿Hasta cuándo vamos a seguir manteniendo el retraso cambiario?”, se preguntó. Para él, el atraso del dólar no solo impacta en las reservas, sino que afecta las exportaciones y deteriora aún más la competitividad económica.