Cristian Graf es un electricista de 58 años y dueño de la casa de Coghlan donde fueron encontrados los restos de Diego Fernández Lima, desaparecido desde 1984. El hombre se puso este lunes a disposición de la Justicia para el esclarecimiento del crimen de quien fuera su compañero de colegio y fue tajante cuando una cronista le hizo preguntas sobre el tema.
Cuando llegaba a su domicilio de la avenida Congreso al 3.700, Graf recibió el asedio de la guardia periodística y le preguntaron si había sido él quién asesinó a Fernández Lima.
“¿Vos fuiste quien asesinaste…?“, le preguntó la periodista Mercedes Ninci, a lo que Graf contestó con un inmediato «¡Noooo!».
Luego, la movilera insistió en sacarle información: «Pero el principal sospechoso sos vos».
Graf ahí eligió el silencio e ingresó a su domicilio junto a su mujer. Cuando la cronista intentó continuar con sus preguntas, el hombre que es considerado sospechoso tomó el micrófono y le impidió el ingreso más allá de la reja que da a la calle.
Según pudo saber Clarín, Graf se presentó solo -sin ser convocado- este lunes en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 61, de avenida De Los Inmigrantes 1.950, a cargo de Martín López Perrando, para ponerse a disposición en la causa.
En la estrategia del fiscal es fundamental tomarle declaración a excompañeros y amigos de la víctima, y sobre todo a los obreros que el 20 de mayo pasado descubrieron los restos en la medianera entre dos casas en Coghlan.
En estos días, Cristian Graf le habría dado tres versiones a los obreros sobre los restos óseos: que antes en esa propiedad había caballos, que podían estar asociados a una vieja iglesia que ocupó la manzana y, por último, que cuando hizo la pileta pidió un camión de tierra para nivelar el jardín y, tal vez, los huesos vinieron ahí.
Los trabajos se estaban haciendo en una medianera con los Graf luego de la demolición de una casona en la que durante 2002 y 2003 vivió el músico Gustavo Cerati. Aunque Diego no había sido enterrado en esa propiedad el solo nombre del líder de Soda Stereo disparó el interés en el caso.
La difusión en los medios y el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) logró llamar la atención de la familia de Diego, que lo había buscado durante décadas. Una toma de ADN a Irma Lima (87), su mamá, confirmó las sospechas.
La desaparición de Diego Fernández Lima
El 26 de julio de 1984, Diego Fernández Lima volvió de la Escuela Nacional de Educación Técnica Número 36. Tras almorzar con su mamá, le pidió dinero para el colectivo porque iba a lo de un amigo. Nunca dijo quién era.
Un conocido lo vio en Monroe y Naón y le gritó «Gaita». Eso fue lo último que supieron de él.
Casi 41 años después, una prueba de ADN en los restos óseos encontrados en el jardín del chalet de avenida Congreso 3742 confirmaron que pertenecían a Diego Fernández Lima, quien jugaba al fútbol en las divisiones inferiores de Excursionistas.
El club del Bajo Belgrano homenajeó a Diego el último fin de semana en la previa del partido ante la UAI Urquiza y le entregó a su hermano Javier una plaqueta para mantener viva su memoria y el pedido de justicia.
En una tarde muy emotiva para todo Excursionistas se realizó un homenaje a la memoria de Diego Fernández Lima. Su hermano Javier, junto a familiares y amigos, recibió una placa de parte del Club para mantener viva la memoria y elevar bien alto el reclamo de Justicia.… pic.twitter.com/5s0iEtOkNk
— Club Atlético Excursionistas 🇳🇬 (@ExcursioOficial) August 9, 2025
“Para mantener viva la memoria y elevar bien alto el reclamo de justicia”, expresó el club en sus redes oficiales.
DS