Que la muerte de Silvina Luna no sea en vano

La tristeza por la muerte de la modelo nos deja como reflexión su lucha incansable para sobrevivir y el nivel de intrusismo que hay en la Argentina.

31 de agosto 2023, 17:42hs

Durante 12 años, Silvina Luna se enfrentó a una lucha por su salud luego de que en 2011 se realizara una intervención estética que derivó en un cuadro de hipercalcemia e insuficiencia renal crónica. Se intoxicó con polimetilmetacrilato, la sustancia sintética usada por el polémico cirujano Aníbal Lotocki como relleno inyectable en cirugías estéticas y que se había transformado en un veneno para ella.

Hasta el último día de conciencia, la modelo se mantuvo con una actitud estoica y pedía que su muerte no fuera en vano.

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Desde hacía tres meses se encontraba internada en el Hospital Italiano y en las últimas horas los médicos comunicaron que la actriz tenía una nueva bacteria imposible de estabilizar bajo un tratamiento efectivo. Había vuelto a ser entubada. Su cuadro era irreversible y su familia había decidido desconectarla.

En épocas donde las prácticas estéticas -incluyan cirugías o no- parecieran estar en boga y en un contexto en el que cada vez son más las personas que deciden someterse a ellas, Silvina Luna se ocupó de remarcar la importancia de acercarse a profesionales matriculados y tratarse en lugares certificados.

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Siendo la industria de las cirugías estéticas un sector floreciente al que la gente recurre para la implementación de tratamientos para verse o sentirse mejor, el pedido de la actriz consistía en concientizar a raíz de lo que le había ocurrido a ella. Una voz activa con, desafortunadamente, conocimiento de causa.

En ese sentido, es importante recordar la presencia de asociaciones médicas y científicas que tienen un nomenclador de instituciones y una lista de expertos chequeados, como lo es por ejemplo la SACPER.org.ar (Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora). Los profesionales que la conforman cuentan con todas las autorizaciones necesarias para realizar este tipo de procedimientos.

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Con el transcurso de los años, la cirugía plástica y la medicina estética han desarrollado estrategias de difusión y promoción que involucran a celebridades y se basan en recomendaciones. De hecho, el caso de Lotocki ha sido nombrado y tratado debido a que Silvina Luna no fue su única víctima. En la actualidad, gracias a la amplia influencia de las redes sociales, estas tácticas se difunden por otros canales y medios, pero el resultado podría llegar a ser el mismo: dar lugar al mismo tipo de consecuencias adversas.

La desgracia de su muerte nos invita a reflexionar y rever el nivel de intrusismo que hay en la Argentina. Este caso podría ayudarnos a dilucidar la cantidad de médicos que están dispuestos a realizar este tipo de procedimientos sin tener la potestad ni la especialidad de cirugía estética, plástica y reparadora, ya sea porque les deja más dinero o lo que fuere.