En una noche que debía ser de alegría y celebración en el barrio Arrayanes, se desató un hecho que dejó como saldo a tres hombres heridos por disparos de arma de fuego. La historia se tejió el pasado 3 de septiembre en la calle Mirador, cuando una reunión familiar se convirtió en un episodio de terror.
Cerca de las diez y media de la noche cuando dos hombres llegaron al frente de una modesta vivienda. En su interior, se llevaba a cabo un cumpleaños familiar, un evento aparentemente inocente que pronto se transformaría en una pesadilla.
La celebración contaba con la presencia de mujeres y niños, y cuatro hombres que también estaban presentes, pero ninguno sospechaba que la noche daría un giro inesperado.
Al llegar al frente de la casa, uno de los hombres quien portaba un arma de fuego, comenzó a efectuar disparos al aire, rompiendo la paz de la velada. Gritos y confusión se apoderaron del lugar mientras los asistentes intentaban comprender lo que estaba ocurriendo.
La situación alcanzó su punto crítico cuando uno de los hombres que se encontraba en el interior de la vivienda, abrió la puerta de la misma. El hombre que se encontraba armado en el exterior, con aparente intención de causar daño mortal, disparó, y la bala impactó en el omóplato derecho de quien abrió la puerta.
La violencia no se detuvo ahí. Tres hombres, testigos de la agresión, salieron al exterior en busca de respuestas. Sin embargo, se encontraron con el agresor, quien efectuó un número indeterminado de disparos, hiriéndolos en el proceso.
Las secuelas de esta noche fatídica incluyeron tres hombres heridos. El fiscal a cargo del caso destacó la importancia de la evidencia reunida durante la investigación, que incluye llamadas que alertaron a las autoridades, testimonios de víctimas y vecinos, informes médicos y actas de allanamiento que revelaron elementos cruciales para esclarecer el caso.
La defensa del acusado no objetó la formulación de cargos, pero anunció que presentará una teoría alternativa en la defensa de su cliente. En cambio, el acusado optó por el silencio durante la audiencia.
El magistrado que presidió la audiencia formalizó los cargos, imputando al acusado por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, basándose en los artículos 79 en función del artículo 41 bis, 42 y 45 del Código Penal. Además, otorgó un plazo de cuatro meses para llevar a cabo la investigación.
Dada la preocupación de entorpecimiento de la investigación, el magistrado impuso una prisión preventiva de cuatro meses al acusado, con la modalidad domiciliaria en otra localidad. (ANB)