A Belén San Román su expareja la extorsionó. Viralizó fotos íntimas suyas. Ella no soportó la presión ni la exposición e intentó suicidarse. Se disparó con su arma reglamentaria, era agente del Comando de Patrullas Rurales de Bragado. A los pocos días, en diciembre de 2020 , murió.
Como Belén muchas mujeres padecen violencia de género en entornos digitales. Abrir el WhatsApp y encontrar que alguien te envió – sin que lo hayas autorizado – una foto de sus genitales o que alguien publique fotos tuyas íntimas sin que lo hayas probado son modalidades de violencia de género.
En 2023 se aprobó la Ley Olimpia, que justamente, incorporó la violencia contra las mujeres y disidencias en entorno digitales a la Ley 26.485, a la Ley de Protección integral a las mujeres, como una modalidad de violencia de género.
Los estudios demuestran que este tipo de violencia cada vez es más frecuente. Uno realizado por Amnistía Internacional demostró que 1 de cada 3 mujeres sufrió violencia en las redes sociales; que 7 de cada 10 de las mujeres implementó cambios en la forma en que usa las plataformas.
“Ya tenemos la Ley Olimpia”, explica Eliana Grandier, licenciada en Comunicación Social, diplomada en Géneros y Políticas Públicas y miembro de la organización Gentic, “ahora falta que la Justicia pueda penar la violencia digital”. Para eso, distintas organizaciones sociales están impulsando la Ley Belén, en honor a Belén San Román, para que el delito de violencia digital se incorpore al Código Penal Argentino.
“Cuando efectivamente tengamos Ley Belén los y las magistradas van a contar con una herramienta legal que penalice estás prácticas violentas, que entienda a la violencia de género digital como un delito y se ejecuten penas acordes a esto”, explica Eliana Grandier.
El proyecto establece la creación de 6 nuevos delitos como la sextorsión; la obtención no consentida de material sexual, intimo o de desnudez o la difusión no consentida de montajes pornográficos hechos con inteligencia artificial. También incorpora – según el delito – penas de multas económicas o años de prisión.
“Estas penalidades – de ser aprobada la ley – podrían aplicarse a cualquier tipo de violencia digital”, explica Grandier, “pero cuando prensamos el proyecto lo hicimos pensando en mujeres y disidencias porque las estadísticas demuestran que somos las mayores víctimas de este tipo de violencia. Por eso, en el texto se contempla ciertos gravámenes cuando se ejercen hacia mujeres y disidencias”.
Y continúa: “más allá del punitivismo sobre estas prácticas necesitamos trabajar la prevención de estás violencia. Por eso desarrollamos la Ley Olimpia, sancionada en noviembre del año pasado. Dónde se plantean prácticas preventivas, medidas de protección y acompañamiento, capacitación y buenas prácticas”.
En el Congreso hubo varios proyectos presentados que buscaron crear figuras similares al proyecto de Ley Belén. Pero, solo dos tuvieron media sanción y no avanzaron de manera definitiva. Esta semana organizaciones sociales que impulsaron la Ley Olimpia volvieron a presentar el proyecto en el Congreso. “Es de suma importancia que se apruebe este año, porque esta práctica viene aumentando con la problemática política actual”, dice Eliana Grandier.
El proyecto de Ley Belén propone la creación de 6 delitos:
-Recepción no consentida de material sexual digital
-Sextorsión: extorsión con amenaza de exposición de material íntimo
-Obtención no consentida de material sexual, intimo o de desnudez
-Difusión no consentida de material íntimo y su reenvío
-Porn deep fakes
