LA PLATA.- El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, hará una nueva demostración de fuerza mañana, desde San Pedro, en una señal hacia la interna del PJ. Será un mensaje encriptado para Cristina Fernández y Máximo Kirchner, que caminan el territorio e ignoran las señales del mandatario para negociar gobernabilidad y candidaturas para el año próximo.
El gobernador dio contundentes muestras públicas de apoyo a la expresidenta la semana que pasó, cuando se conoció la ratificación de la condena en la causa Vialidad. Llegó a denunciar un intento de proscripción de la actual presidenta del PJ nacional.
Sin embargo, la expresidenta aún mantiene distancia por lo que considera deslealtad del mandatario: no da señales de un diálogo político para ordenar al oficialismo en la provincia de Buenos Aires. Máximo Kirchner fue el encargado de expresar el malestar y poner en dudas el proyecto político de Kicillof, al negar el fin de semana que esté “predestinado” a ser el candidato a presidente del Partido Justicialista en 2027.
El líder de La Cámpora fue más allá: presidió un acto en La Matanza para poner el busto de Néstor Kirchner retirado de la Agencia Nacional de Seguridad Social en el Sindicato de Empleados de la ANSES. No invitó al gobernador, ni a la vice Verónica Magario. Pero sí a varios intendentes peronistas que reconocen su liderazgo: Gastón Granados (Ezeiza), Mayra Mendoza (Quilmes) y Marisa Fassi (Cañuelas), entre otros. No estuvo invitado el alcalde local Fernando Espinoza.
Mientras espera que Cristina Fernández se aboque a reconstruir el vínculo desde el reconocimiento de la gestión del gobierno de la provincia de Buenos Aires, Kicillof mañana se mostrará en San Pedro rodeado de intendentes peronistas, con los que ya comenzó a negociar los términos de una reforma política.
La reforma política supone desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales –una alternativa que no favorece una eventual candidatura a diputada de Cristina Fernández de Kirchner- e incluye en el mismo paquete la derogación de la ley que prohibió la reelección indefinida de los intendentes.
Kicillof se mostrará como el líder y armador político en un acto convocado por el Día de la Soberanía Nacional en territorio de otro sindicalista: Cecilio Salazar, ex ecretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE). El acto tendrá carácter institucional, pero fuerte contenido político. El mandatario se mostrará rodeado de su mesa chica: los alcaldes que acompañan su candidatura presidencial para 2027.
En lo inmediato el gobernador necesita un consenso más amplio: ya comenzó a negociar los detalles del presupuesto y la Ley Impositiva 2025. El paquete económico es más amplio e incluirá una amplia negociación política. Sin quórum propio el Gobernador anticipó personalmente los trazos de esta reforma a Sergio Massa y a los alcaldes peronistas.
Todos estos actores coinciden en negarse a aceptar la Boleta Única de Papel aprobada por el Congreso de la Nación. La mejor alternativa para Kicillof es desacoplar los comicios del año que viene. Para ello necesita consenso con sus aliados internos de La Cámpora y del Frente Renovador para avanzar en todos los asuntos que hacen a la gobernabilidad mientras junta fuerzas de cara a 2027.
Pero la pelea entre Kicillof y La Cámpora se reaviva ante cualquier chispazo. Una recorrida de Jorge Ferraresi (intendente de Avellaneda y principal armador kicillofista en la provincia de Buenos Aires) por las villas quilmeñas La Matera y Villa Luján desencadenó un ataque de la intendenta Mayra Mendoza contra el gobernador.
La jefa comunal quilmeña, una de las principales dirigentes de La Cámpora y muy cercana a Cristina Kirchner, reprendió a Ferraresi pero con mensajes que incluyeron críticas a Kicillof. “Hola @Kicillofok, te cuento que este fin de semana tuvimos en Quilmes la visita de nuestro vecino intendente @jorgeferraresi. Esta vez, estuvo en La Matera y Villa Luján, al estilo notero de @lanacionmas”, señaló la intendenta en el arranque de su réplica en la red social X. Ferraresi había publicado fotos en la misma red social con su recorrida por los barrios, que coronó con la frase “la esperanza de futuro es junto a @Kicillofok”.
“Es una pena que cuando era ministro de Hábitat y ferviente impulsor de la reelección de Alberto Fernández, no mostrara esta misma preocupación por la situación de los barrios de Quilmes. Es más, recuerdo con asombro las excusas con las que nos trababa las obras”, criticó Mendoza. “Te voy a hacer llegar algunas de las notas que le envié en su momento, y aprovecho la oportunidad para pedirte nuevamente a vos Axel, como nuestro gobernador, el compromiso para avanzar y que nos ayudes a lograr esto que todavía nos falta”, añadió.
Para el cierre de su mensaje, Mendoza se centró en Kicillof: “En el último tiempo, lamentablemente, coincidimos en muy pocas cosas. En lo único en lo que estamos de acuerdo es que hay muchos barrios del conurbano que siguen necesitando de más y mejores obras. Así como también la necesitan los vecinos de Villa Inflamable (entre otras zonas) en Avellaneda”.
Ferraresi dejó señales políticas, más allá de lo discursivo. En su recorrida, se mostró acompañado por un concejal de Unión por la Patria en Quilmes, a quien atrajo a su redil. Se trata de Ariel Burtoli, un dirigente del sindicato de guardavidas Sugara (es secretario gremial). En Lanús, otro distrito gobernado por La Cámpora (el intendente es Julián Álvarez) en el que Ferraresi tiene también peso, el jefe comunal cuenta con una concejala propia, Belén Berrueco, que rompió la bancada de ediles de UP y armó un monobloque.
En la recorrida por Quilmes, Ferraresi estuvo acompañado también por Marcelo Agüero, cantante del grupo de cumbia santafesina Loe Leales, quien milita dentro del peronismo quilmeño y el año pasado se postuló a desde la boleta de Juan Schiaretti.
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