El año 2024 no fue amable con Huracán: luego de quedar cerca del título en la Liga Profesional de Fútbol (LPF), el club recibió un duro golpe al ser sancionado por la FIFA con una inhibición que le impide incorporar refuerzos. Esta medida, que será efectiva hasta que el club salde sus deudas, complica el panorama de cara a la próxima temporada.
La sanción fue dictada tras un fallo del TAS que benefició a Sportivo Luqueño, club paraguayo que mantenía un litigio con el Globo por el pase del jugador Marcelo Pérez, apodado «Mbapérez». El club deberá abonar una cifra que asciende a 1.8 millones de dólares, incluyendo intereses, para levantar la prohibición.
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El presidente, David Garzón, enfrenta así uno de los mayores desafíos de su gestión. Además de esta deuda, el club ya había recibido otra sanción en octubre por el incumplimiento de un pago al jugador Saúl Salcedo, que ascendía a 65 mil dólares. Esta situación es reflejo de problemas económicos que se arrastran desde la presidencia de Alejandro Nadur.
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Mal momento para Huracán
La inhibición llega en un momento crítico para la institución, que necesita reforzar su plantel para mantenerse competitivo. El club no solo se vio afectado en el ámbito económico, sino también en lo deportivo, ya que estuvo muy cerca de lograr un título en dos competencias y no logró concretar sus objetivos.
Para los hinchas del Globo, esta sanción es un balde de agua fría, ya que imposibilita la llegada de nuevos jugadores en el próximo mercado de pases. Mientras tanto, la dirigencia trabaja contrarreloj para resolver las deudas y evitar que esta situación se prolongue más allá de lo necesario.
Con esta medida, el de Parque de los Patricios cierra un 2024 lleno de altibajos y comienza a planificar un 2025 donde deberá afrontar desafíos tanto dentro como fuera de la cancha.
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