lunes, 13 enero, 2025

Facundo Moyano, durísimo contra Máximo, Grabois y hasta su hermano Pablo

-¿Qué evaluación hace de la gestión de Milei y particularmente del escenario en el mundo laboral?

-En principio hay algo que es indiscutible que es la Argentina necesitaba que es el orden de la macroeconomía. No se puede decir que gastar más está bien o discutir que tiene que haber superávit fiscal, superávit comercial y que no tiene que haber inflación, me parece que es una cosa totalmente básica. El impuesto inflacionario es un impuesto a los que menos tienen. que no corresponde. El tema es ¿cómo, cuándo y con qué herramientas? Y ahí surge toda una discusión y donde no coincido que sea a costa del sufrimiento de un sector grande de la población argentina. Está bien el esfuerzo, que es lo que dice el Presidente, pero creo que hay muchos sectores que están sufriendo, los sectores medios tienen que trabajar en dos o tres empleos, cuando antes sostenían un proyecto de vida con un empleo. Y lo digo desde el conocimiento de un gremio o un sindicato o una actividad donde los trabajadores vivían de un sueldo y hoy esos mismos trabajadores tienen que trabajar en otros empleos. Eso está pasando y eso es más que esfuerzo, eso es sacrificio. Se le puede pedir a la gente un esfuerzo, pero lo que no se le puede pedir es sacrificio y menos sufrimiento.

-¿Y siente que hoy hay sufrimiento en la gente?

-Sí, lo siento, lo percibo, lo veo, lo palpo. Hablo con trabajadores, con todos los sectores, con pequeños empresarios. La caída del consumo ha impactado en despidos de trabajadores y actividades. También lo reconoce Milei. Y a eso hay que agregarle algo que yo creo que un sector de la sociedad, no el sector mayoritario, también pedía, que es la violencia discursiva y la polarización, que es cada vez es mayor.

-¿Había una demanda de parte de la sociedad de más polarización?

-El 30% que votó a Milei en primera vuelta es un sector que expresó mucha bronca y hasta te diría odio en muchos casos. Entonces, la violencia discursiva de Milei también es un contrapunto con el otro extremo, con el kirchnerismo que convirtió al peronismo en un partido de izquierda. Por eso utiliza tanto Milei ese latiguillo. Hasta Milei lo dijo Creo que en noviembre del año pasado. ¿Qué tan malos fueron los otros que la gente me terminó votando a mí? Entonces claramente elige con quién polarizar. Ahora el tema es que vivimos un año pésimo en términos de resultados para mejorar la calidad de vida de la gente. Y lo que me pregunto es ¿qué hay después del ajuste, del discurso contra la casta? Porque la gente también se cansa en un momento y ve las peleas que hay dentro del gobierno. Villarruel es casta, ahora Bullrich no es casta. Una mujer que en su juventud luchaba contra el orden establecido y que fue tratada por el propio presidente en el debate presidencial como montonera tira bomba, hoy es el orden establecido, la ministra respetada. Y esto lo que me muestra es algo similar al kirchnerismo, no me importan lo que hayas hecho, de dónde vengas, lo que importa es si estás alineado o no. Y Bullrich, y esto es un dato totalmente objetivo, es la mayor expresión de la contradicción de la casta política. Es la mayor expresión de eso. Entonces acá no importa quién sea casta o no sea casta, importa de quién Milei y todo el aparato comunicacional de Milei diga quién está de un lado y quién está del otro, Y eso pasa con el kirchnerismo también.

«Patricia Bullrich es la mayor expresión de la contradicción de la casta política»

-¿Entonces Milei es lo mismo que el kirchnerismo?

-Con esas contradicciones y esa demagogia, no es otra cosa que un populismo pero de derecha. Su proyecto es desregulación del Estado, es sacar impuestos, aunque todavía estoy esperando que saquen el impuesto a las Ganancias, como lo votó cuando era legislador. Ahora ¿tenemos proyecto de país o tenemos una discusión abstracta que no tiende a ver con los problemas reales y estructurales que tiene Argentina? Porque la discusión de la macroeconomía para mí no es una discusión. Se tenía que ordenar la macroeconomía. Ahora la manera no la compartimos. ¿Qué hay después?

Para Facundo Moyano, Milei es lo mismo que el kirchnerismo: «un populismo de derecha». Foto: Maxi Failla

-¿Para qué es el esfuerzo o el sacrificio?

-De esfuerzo, sacrificio o sufrimiento yo estoy a favor del esfuerzo. Pero hasta ahora, un trabajador o una trabajadora que tenía un solo empleo y con eso podía proyectar su vida y la de su familia, hoy tiene que trabajar en tres empleos. ¿Ese es el esfuerzo que le vamos a pedir los argentinos, eso va a ser permanente?, porque la historia de los brotes verdes, la suba de inversiones, el segundo semestre, lo peor ya pasó, después de eso que vino, pasaron cosas, después de eso que vino, nos endeudamos con 45 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional y donde esa guita, esa guita se fugó toda.

«Lamentablemente la CGT es una institución desprestigiada»

-¿Qué pasa con la CGT frente a ese escenario?

-Lamentablemente la CGT es una institución desprestigiada. Lo dije en su momento y lo dije también haciendo autocrítica. Lamentablemente los dirigentes muchas veces dejamos mucho que desear en cuanto a la representación de los trabajadores. La CGT, que estuvo callada durante todo el período de Alberto Fernández, repentinamente sale con un paro a los 40 días del inicio del gobierno de Milei y eso la desprestigia totalmente. No digo porque el paro no esté bien o la expresión de estar en desacuerdo con políticas que iban directamente a un ajuste muy fuerte contra los trabajadores. Pero por qué no lo hiciste antes, cuando había un 60% de pibes menores 15 años por debajo de la pobreza no dijiste nada porque porque el gobierno era de tu color político. Ahí es donde creo que la CGT y los dirigentes, fundamentalmente, dejamos mucho que desear. Hay que ser claros: durante los años del kirchnerismo se perdió poder adquisitivo de manera muy fuerte. ¿Por qué no hiciste nada? Hubieron gremios que perdieron 26% de poder adquisitivo durante la gestión de Alberto. Y había dirigentes que no solamente estaban callados, estaban diciendo «este es nuestro gobierno». Y terminaron en el escenario acompañando la derrota. Habiendo perdido esto. ¿Por qué no hiciste nada, por qué no dijiste nada? Lo que te desprestigia es que cuando perdiste con el otro gobierno no dijiste nada. Así instituciones entraron en crisis, la política entró en crisis y por eso ganó la antipolítica.

-Ahora la CGT ha sellado una especie de tregua para encarar un diálogo con el Gobierno.

-No formo parte de la CGT. Estoy siempre a favor del diálogo constructivo, pero creo que las cosas se tienen que decir en los momentos en que se tienen que decir y se tiene que actuar. Los paros muchas veces no son paros, son movilizaciones totalmente politizadas. Por que hay realmente un pedido del conjunto de los trabajadores sindicalizados para realizar la medida de fuerza, porque acá hay que ser conscientes de la situación. El sector del trabajo formal sindicalizado representa menos de 1/3 de los trabajadores del total del conjunto.

«Hubo gremios que con Alberto perdieron 26% de poder adquisitivo y se callaron, no hicieron nada»

¿Hay un planteo de los trabajadores para reclamar, para ir a un conflicto?

-Hay una necesidad de mejorar las condiciones económicas siempre, pero también hay una necesidad de democracia sindical y hay una necesidad del trabajador, y esto asusta a muchos dirigentes sindicales, la mayoría tribuneros, pero hay una necesidad también de una reforma o de una adecuación laboral porque la mayoría de los trabajadores están en una situación de desprotección, de precariedad laboral. Los trabajadores precarizados están institucionalizados tanto en lo gremial como en lo político. Se ha institucionalizado la pobreza y la precarización laboral. La reforma laboral en la Argentina está institucionalizada y es una reforma laboral para mal.

-¿Pero en la CGT esto no se está debatiendo?

-Claro que no, porque se esquivan los debates reales, se esquiva los debates reales y eso es responsabilidad de todos.

Facundo Moyano cuestionó duramente el rol de la CGT durante el gobierno kirchnerista. Foto: Maxi Failla

-¿Cree que la salida de Pablo Moyano de la central tiene que ver con eso?

-No me interesa. Pienso y siento que, la persona de la cual me preguntaste no es relevante en la vida política y gremial de Argentina, ni para mí, ni para la vida política de Argentina.

-Pero era representante de la CGT de un sindicato muy importante.

-Camioneros sigue teniendo un representante de la CGT. Para mí no tiene relevancia, no merece análisis ni quiero opinar y no voy a opinar porque no merece la pena. No tiene la más mínima relevancia y tampoco la tuvo para Camioneros porque inmediatamente puso otro representante.

«Pablo Moyano no es relevante en la vida política y gremial de Argentina»

.¿Usted propone un proyecto de democracia sindical para terminar con ese desprestigio de los gremialistas?

-Si hubiera democracia sindical, el sindicalismo se fortalece, el trabajador se fortalece. Eso es lo que no ven muchos dirigentes sindicales, porque están en la cómoda, porque al no haber democracia se limita el esfuerzo y el dirigente se aburguesa.

-Tambien hay iniciativas en el mismo sentido en el Congreso, como la del radical Martín Tetaz.

-Hay un montón de coincidencias. Creo que hay que tener conocimiento de causa, porque no se puede copiar y pegar, digamos, un proyecto como la Ley Mucci del año 84. No se puede hacer eso. No, porque Argentina. Es discutible si el Estado puede limitar el mandato de un sindicalista ahora nosotros (en el sindicato de trabajadores de peajes) lo hicimos y los resultados no son malos. Otra cuestión: ¿cómo puede ser que la la cuota sindical sea obligatoria? En nuestro sindicato la afiliación sindical no es obligatoria y se afilia el que quiere. Y sabes que el 99,9% de los trabajadores que están dentro del convenio están afiliados. Obviamente cuando digo esto, me dicen que estoy de acuerdo con lo que planteó Sturzeneger. Y digo que no, pero estoy más en desacuerdo con las cosas que no hizo el kirchnerismo, que por omisión permitió que se institucionalizara gremial y políticamente la pobreza. Hoy hay dirigentes sociales de ese colectivo de la economía popular que no lo votó nadie. La economía popular es el disfraz para no decir de la economía precarizada.

«El kirchnerismo permitió que se institucionalizara política y gremialmente la pobreza»

-¿Lo dice por Grabois?

-Por muchos dirigentes.

-¿Es viable una pauta salarial del 1% mensual como plantea el Gobierno?

-No, por supuesto que no. Va ser un año de conflictividad, que eso es parte de las tensiones de la democracia, de poder expresarse dentro de la ley. Ahora, la legitimidad para poder expresarse y para poder reclamar lo que corresponda en cada situación la va a evaluar la sociedad.

Facundo Moyano, crítico de Cristina al frente del PJ y del papel de La Cámpora. Foto: Maxi Failla

-¿Cómo analiza la realidad del peronismo con Cristina al frente del partido? ¿tiene expectativas?

-Los que no supieron brindar las soluciones ahora las van a brindar. Están más grandes, más desgastados, ya han mostrado que no podían, pero ahora por algún tipo de razón van a dar la solución. Por algo Milei los elige como los adversarios, le son funcionales. Había alguien que decía que la izquierda y la derecha por abajo se dan la mano siempre.

-Por estos días se dice que hay muchos acuerdos entre el kirchnerismo y Milei…

-Es que los hay, claro que los hay. Lo que creo es hay una disputa de quién es menos malo, y tenemos que terminar con eso. Hay que ver con qué propuestas y con qué plan y qué proyecto tiene el Gobierno.

-¿Se puede construir con Cristina conduciendo?

-Tal vez haya que esperar que ella compita y que el pueblo argentino decida, porque el pueblo nunca se equivoca.

-¿Para Usted el kirchnerismo ha convertido al PJ en un partido de izquierda?

-El kirchnerismo ha transformado al peronismo en un partido de izquierda o peor aún, en una orga de izquierda. ¿Qué sentido tiene una orga hoy? Ya no tenía sentido en los 70.

-¿Lo dice por La Cámpora, que conduce Máximo Kirchner?

-Sí, claro. Digamos los pibes para la liberación no liberaron la patria, no liberaron nada, los pibes para la liberación nos trajeron a Milei. Porque Milei es el resultado de la patética y la funesta gestión de gobierno que tuvo Alberto Fernández, él no nació de la nada.

«Los pibes para la liberación no liberaron nada, nos trajeron a Milei»

-¿Cree que la solución para el peronismo es que Cristina pierda electoralmente?

-Va a pasar lo que tenga que pasar. Veremos qué alternativa surja. Mientras tanto, voy a seguir con proyectos concretos para soluciones concretas, que me parece que eso va más allá de cualquier discusión política, de rosca, de coyuntura o electoral. Para mí el defecto del peronismo o el error histórico del peronismo que pasamos es discutir siempre proyectos electorales y nunca proyectos de país. Creo que la mayor parte de los argentinos hoy está desesperanzado. No quiero que le vaya mal en Argentina, pero no estoy esperanzado con Milei. No veo que propuestas que se han fracasado y menos llevadas a un extremo aún más profundo y menos con dogmas que algunos son viejos, v ayan a funcionar ahora. Pero más allá de eso, la política hereditaria, el sindicalismo hereditario, y te está hablando un Moyano, digamos, esa concepción de linaje en el poder, como Cristina, Máximo, tiene que cambiar, no hay otro dirigente mejor, por qué tienen que ser siempre los mismos. Tanta hipocresía la castigó la gente.

-Recién criticaba a Grabois, ¿está enojado?

-El otro día me dijo que yo soy como una galletita Oreo, que soy negro por fuera, pero blanco por dentro o quiero ser blanco por dentro, que soy asquerosamente aspiracional. No le contesté, pero bueno, ya que me lo me lo preguntas, creo que los pobres que él representa no comen Oreo. Me parece que es el el caso más paradigmático de la culpa de clase, y me parece que hablar de clasismo y de racismo a esta altura del partido es no llevar la discusión 250 años atrás, es llevar la discusión mil años atrás. Porque soy negro, tengo que pensar de determinada manera, tengo que tener determinada posición política porque soy negro por fuera, aparte es una metáfora totalmente estúpida para descalificar a una persona. Me parece que con esa metáfora en realidad de descalifica a él, creo que lo define a él. No sos ni humanista, ni cristiano, ni peronista, sos marxistas, y por eso sos racista y clasista por más que vayas a ver al Papa.

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