lunes, 16 junio, 2025

Conflicto en Medio Oriente: por qué el traslado de la embajada argentina a Jerusalén sería ilegal

En su visita al premier Benjamín Netanyahu de la semana pasada, el presidente Javier Milei anunció que en 2026 su gobierno va a trasladar la embajada argentina que se levanta en Tel Aviv a Jerusalén.

Pero según pudo clarificar Clarín con expertos consultados, la mudanza de la sede diplomática es ilegal, es decir que incumple con la normativa nacional sobre el tema. De esta manera, el gobierno libertario cometió una serie de acciones en materia de política exterior en las que no pueden discernirse claramente los beneficios para la Argentina.

En efecto, la ley 14.025, promulgada el 14 de junio de 1951, por la cual se aprueba el establecimiento de relaciones diplomáticas y consulares entre la Argentina e Israel, establece en su artículo 2 que la delegación diplomática tendrá sede en Tel Aviv. Por consiguiente, si el gobierno argentino quisiera concretar esa mudanza debería modificar esa ley fijando la nueva sede, o derogarla. En ambos casos se necesita una ley aprobada por el Congreso.

Además, distintas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que son obligatorias, condenaron el intento de anexión de Jerusalén Este por parte de Israel. En particular, la resolución 478 de 1980 condena la “Ley de Jerusalén” de 1980, donde Israel declaró unilateralmente a la ciudad de como capital «eterna e indivisible» del Estado israelí, considerándola como una violación del derecho internacional.

La resolución establece que el Consejo no reconocerá la ley, y pide a los Estados miembros de las Naciones Unidas aceptar la decisión del Consejo. Esta resolución también solicitó a los Estados miembros de la ONU retirar sus misiones diplomáticas de la ciudad, llevándolas a Tel Aviv o sus suburbios.

El anuncio de Milei viola también la integridad territorial de Palestina tal como la concibe Argentina, es decir como Estado. De hecho, Argentina tiene también embajada en Palestina. Y ahí es donde la posición que viene teniendo el Gobierno y la Cancillería de Milei podrían afectar el reclamo nacional en la Cuestión Malvinas.

A esta situación debería sumarse que la política de alineamiento automático de Milei con Israel le está enajenando el apoyo de varios países árabes, según pudo saber este diario de sus propios embajadores en Buenos Aires. Para el caso, es una de las comidillas en los cócteles diplomáticos.

En segundo lugar, el presidente Milei, y el primer ministro Netanyahu firmaron un “Memorándum En Defensa de la Libertad y la Democracia Contra el Terrorismo y el Antisemitismo”. Según un comunicado de la Oficina del Presidente, “el acuerdo representa un paso clave en la consolidación de los lazos estratégicos entre ambos países y sienta las bases para una colaboración intensiva en materia de Defensa y Seguridad».

«Argentina e Israel son focos de luz en un mundo oscurecido por las tinieblas. Tenemos que estar hermanados en esta lucha», declaró Milei durante la ceremonia.

Este Memorándum, que no pasó por la revisión política de la Cancillería y que habría sido redactado por Israel, crea un vínculo en defensa y seguridad con un estado que está en guerra permanente con sus vecinos, en el área geográfica más inestable y convulsionada del planeta. Por el contrario, la Argentina pertenece a una “zona de paz” como es el Cono Sur.

En tercer lugar, el pasado 12 de junio en la Asamblea General de la ONU, la Argentina se volvió a alinear con Israel y Estados Unidos al votar en contra de una resolución que exigía un cese al fuego inmediato, incondicional y permanente en la guerra en Gaza. Los otros países que votaron en contra fueron Fiji, Hungría, Micronesia, Nauru, Palau, Papúa Nueva Guinea, Paraguay, Tonga y Tuvalu.

Israel se defendió legítimamente de los ataques terroristas de Hamas de octubre de 2023. Pero 20 meses después de la respuesta israelí los muertos civiles palestinos en Gaza ascienden a más de 45.000, dos terceras partes de los cuales son mujeres y niños. Las Naciones Unidas han acusado a Israel de realizar ataques contra la población civil en Gaza, lo que constituye “una violación grave del derecho internacional y un crimen de guerra”, así como de obstaculizar de manera deliberada el acceso de los civiles a la ayuda humanitaria.

Israel es fuerte crítico del sistema de Naciones Unidad en este plano, pero es un socio activo de sus agencias -salud, comercio, minorías, LGBTQ+ y otras, en donde Milei se está retirando en línea con Donald Trump. Argentina siempre se acogió a los llamados de paz de la ONU y ahora no lo está haciendo por la población gazatí.

En síntesis, el gobierno argentino defiende el derecho de Israel a su legítima defensa. Pero el “alineamiento automático” de Milei con Israel implica que de manera voluntaria Argentina se está viendo arrastrado a un conflicto ajeno en Medio Oriente, defendiendo los intereses en materia de seguridad y defensa de otra potencia que no coinciden necesariamente (por historia, tradición, ubicación geográfica y cultura) con la posición nacional de la Argentina en función de sus propios reclamos como el de Malvinas al Reino Unido.

Los atentados terroristas contra la embajada de Israel en 1992 y la AMIA en 1994 son un cruel recuerdo que la política exterior no es un asunto para improvisados.

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