Con el 40% del electorado argentino yendo a las urnas el próximo 7 de septiembre, el mercado –y el Gobierno– está mirando las elecciones bonaerenses como veía las PASO: una previa de octubre. Clarín consultó a expertos que opinaron sobre qué puede pasar el día después en los mercados.
Fernando Marull, socio de FMyA, opinó que el mercado llega a septiembre “más pesimista de lo que dicen las encuestas» y que «está descontando» que La Libertad Avanza pierde. Lo sostiene en base a la operación de los últimos días del dólar, los bonos, la suba del riesgo país y la caída de las acciones.
Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, también apunta a un “pesimismo” en los mercados: “Hubo una toma de ganancias, suba del riesgo país y una suba del dólar muy significativa en las últimas dos semanas, que creo que está incorporando un peor resultado electoral (para LLA), no sólo en la Provincia de Buenos Aires, sino también probablemente un resultado no tan contundente en octubre. Es decir, va a ser la fuerza más votada, pero le va a costar mucho pasar reformas estructurales”.
El equipo económico intenta llegar a los comicios con un dólar ‘tranquilo’, al menos lo más que se pueda. Para eso, el ministerio de Economía anunció que el Tesoro Nacional intervendrá en el MULC, a pesar de que la cotización del dólar cotiza – ‘flota’- entre bandas. A esto se suman las intervenciones en el dólar futuro y las licitaciones adicionales de bonos y Letras. Además, el Banco Central subió los encajes bancarios hasta el 50% y restringió la compra de dólar spot de los bancos en el último día del mes.
Pero a pesar del bombardeo de medidas, el dólar se apreció más de 11% desde la salida del cepo, la actividad está estancada y el riesgo país rozó los 900 puntos. ¿Qué proyectan los economistas en este contexto?
Tres escenarios
Una fuerte derrota del Gobierno abriría una nueva fase de volatilidad en los mercados. “Obviamente no es lineal todo y depende cómo va a impactar la expectativa del mercado para las elecciones de octubre, pero el escenario malo, es malo”, advirtió Marull. “Si pierde por 8 o 9 puntos, el mercado lo va a leer muy mal, y el lunes va a seguir subiendo el dólar y cayendo las acciones”, señaló y agregó: “Te mete en una dinámica donde el dólar puede ir a buscar la banda superior, donde las tasas van a subir, y aparecería el poder de fuego del Banco Central de los dólares del FMI de US$14.000 millones”.
Alfredo Romano, director de Economía y Finanzas de Romano Group, afirmó que si la diferencia entre la Alianza La Libertad Avanza y el peronismo supera los 10 puntos, sería “una señal de debilidad política que se puede traducir en mayor incertidumbre en el mercado cambiario, los bonos y las acciones”. En ese caso, Romano Group proyecta que el riesgo país podría escalar hasta los 900/1000 puntos, aunque no es su escenario base.
“Si la derrota es un poco más significativa –que creo que es lo que empieza a apreciarse actualmente–, obviamente no va a ser algo bueno porque los inversores van a empezar a decir, ‘che entonces en octubre no le va a ir tan bien y entonces van a estar más lejos las reformas estructurales, hay más riesgo político’”, reflexionó Sigaut Gravina. En ese caso, la presión cambiaria, el riesgo país y las tasas irían al alza.
Del otro lado, en un escenario optimista –que parecería el más alejado para los mercados, por ahora– en el que la alianza de LLA y el PRO obtiene una victoria o al menos un empate, las tasas deberían calmarse un poco, y el riesgo país así como la presión cambiaria deberían ir a la baja, opinó Sigaut Gravina. “Obviamente que un triunfo en la Provincia de Buenos Aires sería muy bien recibido, sobre todo después de estas dos semanas que hubo un deterioro fuerte de Gobierno, de imagen, de la confianza”, agregó.
Marull coincide: “Si hace un mejor resultado que lo esperado por el mercado, 2 o 3 puntos negativos, el dólar se va a calmar, las tasas van a bajar y los bonos deberían subir”.
Para Romano Group, una victoria contundente del Gobierno –8 o 9 puntos por arriba de Fuerza Patria–, implicaría que “el mercado lee fortaleza política y posibilidades de reformas, con ello el riesgo país desciende, el MERVAL se posiciona al alza y las tasas de interés relajan junto con un tipo de cambio menos demandado”.
Incluso una victoria ajustada de LLA podría traer un “alivio parcial”, pero al no haber un margen claro los inversores se mantendrían cautelosos, en una “pausa expectante”. Este escenario, “es el más probable y al mismo tiempo el más incierto: garantiza continuidad al oficialismo, pero sin blindaje político ni económico”, concluye el informe de la consultora.
Finalmente, un resultado poco concluyente -donde el Gobierno empata o pierde por pocos puntos- los economistas no advierten cambios significativos en el corto plazo. “Si más o menos pierde por lo que espera el mercado, unos 5 puntos, no debería pasar mucho”, señala Marull.
“Si el resultado es una derrota digna, la expectativa es que el status quo va a seguir por lo menos de tasas altas, riesgo país alto y presiones cambiarias hasta octubre”, detalló Sigaut Gravina.
Para Romano, en tanto, un escenario de paridad implicaría “un golpe de confianza muy fuerte para el Gobierno”.
Traslado a precios
Cueste lo que cueste, el equipo económico busca asegurar el proceso de desinflación, un logro que puede exhibir de cara a octubre. Síntoma de eso es que, a contramano de la historia argentina y del mundo en general, ha optado por “amurallar” el déficit cero, y reforzar el apretón monetario y el ajuste fiscal en pleno semestre electoral.
En general, los economistas descartan un aumento de la inflación como resultado de la volatilidad en los mercados. “Por ahora [el traslado a precios] fue acotado”, dice Marull, pero advierte: “Si sale el escenario malo, va a haber suba”.
“Ellos consideran que el éxito del programa económico se basa principalmente en una baja sistemática de la inflación. Entonces ahí claramente ellos están intentando contener que esto no se traduzca en mayor inflación. Hasta ahora lo vienen logrando con mucho éxito, la realidad es que uno ve que los saltos cambiarios no tuvieron un pass-through como ha tenido históricamente la Argentina, sino que ha sido absolutamente limitado”, dice Romano.
El economista adelantó que agosto va a tener una inflación baja y añadió: “Si la volatilidad se vuelve extrema, eso no ayuda, por eso creo que el Gobierno está intentando contener al tipo de cambio para que esto no genere traslado a precios”.
Apretón monetario
Finalmente, en su objetivo de controlar la inflación –y el tipo de cambio, aunque el Gobierno diga que el “dólar flota” y el BCRA no interviene–, el ministro de Economía, Luis Caputo, ha dicho: “Lo que no vamos a hacer en estas circunstancias es que vaya algún peso al mercado”. Pero, ¿cuánto poder de fuego queda para sostener el apretón monetario?
Para Sigaut Gravina, si el Gobierno tiene un mal resultado en las elecciones bonaerenses, “va a seguir tratando de contener el dólar como sea”. Eso implicaría, básicamente, tasas de interés altas e incluso posibles ventas de dólares por parte del Tesoro, explicó y agregó: “Obviamente, a un costo cada vez más alto en términos de actividad, de cadena de pago, etc.”
“Herramientas tiene –señaló Romano–, hay que ver cuánto y también qué tiene permitido en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”. “En el corto plazo hay herramientas: hay unos US$2.000 millones del Tesoro que está utilizando para contener la presión cambiaria, entendiendo que la tesis del Gobierno es que la volatilidad cambiaria puede traducirse en inflación y por ende sería una mala señal para el votante”, señaló.
BPO